La histórica jornada electoral desarrollada ayer en Kosovo, las primeras elecciones legislativas desde la independencia unilateral de Serbia en 2008, terminó sin incidentesde gravedad y tuvo a la baja participación como protagonista.
Los llamamientos al boicot de las elecciones por parte del Gobierno y la Iglesia serbia fueron seguidos por los serbo-kosovares en el norte de Kosovo, mientras que en el sur optaron por votar con normalidad, dentro de la escasa participación general.
Los líderes kosovares son conscientes de que el desarrollo pacífico de los comicios es una prueba de peso para demostrar las bases democráticas del país, reconocido por 72 Estados.
Unos 6.000 policías, apoyados por la OTAN, vigilaron para que no tuvieran lugar incidentes, mientras que unos 32.000 observadores locales e internacionales velaron por la transparencia del proceso.
Más de 1,6 millones de personas estaban llamadas a las urnas para elegir a un total de 120 diputados entre 1.265 candidatos de 29 formaciones políticas, incluidas ocho serbias.
Los líderes kosovares son conscientes de que el desarrollo pacífico de los comicios es una prueba de peso para demostrar las bases democráticas del país, reconocido por 72 Estados.
Unos 6.000 policías, apoyados por la OTAN, vigilaron para que no tuvieran lugar incidentes, mientras que unos 32.000 observadores locales e internacionales velaron por la transparencia del proceso.
Más de 1,6 millones de personas estaban llamadas a las urnas para elegir a un total de 120 diputados entre 1.265 candidatos de 29 formaciones políticas, incluidas ocho serbias.
