La ministra turca para Mujeres y Asuntos de Familia, Selma Aliye Kavaf, ha provocado la indignación de las asociaciones de gays y lesbianas del país euro-asiático al asegurar que la homosexualidad es un desorden biológico que debe recibir tratamiento médico.
La homosexualidad es un desorden biológico. Es algo a ser tratado médicamente. Así pues, no apruebo las uniones homosexuales. Nuestro ministerio no tiene ningún estudio sobre este asunto, dijo la responsable en declaraciones al diario Hurriyet.
Aliye Kavaf no es ni doctora ni psiquiatra. Con qué especialización diagnostica un desorden biológico, declaró hoy Ali Erol, de la asociación de gays y lesbianas KaosGL.
A su vez, Selcuk Candansayar, profesor del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Gazi de Ankara, dijo que las declaraciones no eran no sólo tristes sino peligrosas.
Definir algo como una enfermedad hoy en día, cuando el mundo dejó hace 40 años de describirlo como enfermedad, va a dar alas a las actitudes homofóbicas en el país, dijo Candansayar.
Sebnem Korur Fincanci, psiquiatra y presidenta de la Fundación por los Derechos Humanos de Turquía, manifestó que las declaraciones de la ministra son un signo de su ignorancia.
Es vergonzoso. Esperamos que se guíe por fuentes científicas sobre este asunto, dijo Fincanci al diario Radikal.
Según Kursat Kahramanoglu, un columnista del diario BirGun y secretario general de la Unión Internacional de Gays y de Lesbianas, la ministra trata de atraer las simpatías del gubernamental partido islamista moderados de la Justicia y el Desarrollo (AKP)
Esta es la última declaración que se podría hacer en una sociedad llena de prejuicios. ¿Qué es un desorden biológico? ¿Tenemos que corregir nuestros genes?, se preguntó Kahramanoglu.
Aliye Kavaf no es ni doctora ni psiquiatra. Con qué especialización diagnostica un desorden biológico, declaró hoy Ali Erol, de la asociación de gays y lesbianas KaosGL.
A su vez, Selcuk Candansayar, profesor del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Gazi de Ankara, dijo que las declaraciones no eran no sólo tristes sino peligrosas.
Definir algo como una enfermedad hoy en día, cuando el mundo dejó hace 40 años de describirlo como enfermedad, va a dar alas a las actitudes homofóbicas en el país, dijo Candansayar.
Sebnem Korur Fincanci, psiquiatra y presidenta de la Fundación por los Derechos Humanos de Turquía, manifestó que las declaraciones de la ministra son un signo de su ignorancia.
Es vergonzoso. Esperamos que se guíe por fuentes científicas sobre este asunto, dijo Fincanci al diario Radikal.
Según Kursat Kahramanoglu, un columnista del diario BirGun y secretario general de la Unión Internacional de Gays y de Lesbianas, la ministra trata de atraer las simpatías del gubernamental partido islamista moderados de la Justicia y el Desarrollo (AKP)
Esta es la última declaración que se podría hacer en una sociedad llena de prejuicios. ¿Qué es un desorden biológico? ¿Tenemos que corregir nuestros genes?, se preguntó Kahramanoglu.
