n n Al menos 50 personas murieron y 600 resultaron heridas ayer al chocar un tren de cercanías en una concurrida estación de Buenos Aires al parecer por un fallo en sus frenos, aunque las causas están siendo investigadas. El accidente se produjo a las 8,30 hora local, cuando un tren con ocho vagones, no frenó y colisionó contra el tope de hierro del final de la vía en la estación Once, una de las más utilizadas de Buenos Aires.
El convoy, que entró en la estación a unos 26 kilómetros por hora, procedía de la localidad bonaerense de Moreno y en el momento de la colisión transportaba entre 800 y 1.000 pasajeros que, en su mayoría, se dirigían a sus puestos de trabajo en Buenos Aires. Las autoridades bajaran la posibilidad de un fallo en los frenos como causa del siniestro, aunque esperan la declaración del maquinista, que resultó herido, para aclarar las circunstancias del accidente.
Dirigentes del sindicato ferroviario denunciaron que el convoy accidentado es de la empresa Toshiba con entre 40 y 50 años de antigüedad e insistieron en el deterioro del sistema de ferroviario argentino por la falta de inversiones y mantenimiento. Sin embargo, Rubén Sobrero, el delegado de los trabajadores de la línea Sarmiento -en la que se produjo el siniestro-, aseguró en declaraciones a una emisora de radio que los frenos del tren accidentado fueron revisados la noche anterior en el taller de la localidad bonaerense de Castelar.
Las impactantes imágenes captadas por la cámara de las estación de Once del accidente muestran cómo, tras el choque, el segundo vagón se empotró literalmente en el primero y aprisionó a decenas de personas. 'Nos estábamos preparando para bajar porque el tren estaba disminuyendo la velocidad, y sentimos que frenó de golpe y el segundo vagón era como si se plegara sobre el primero', explicó Marcelo, uno de los pasajeros.
Más de un centenar de ambulancias y dos helicópteros participaron en las tareas de evacuación de los heridos que fueron trasladados a distintos hospitales de la ciudad.
Los equipos de rescate necesitaron más de cuatro horas de trabajos y tuvieron que cortar los techos de los vagones para evacuar a las víctimas. El accidente es la tercera mayor tragedia ferroviaria ocurrida en el país. La más grave se registró el 1 de febrero de 1970 en la localidad bonaerense de Benavídez, cuando un convoy embistió a otro que se encontraba detenido y causó un total de 236 muertos.
INVESTIGACIÓN
El secretario de Transporte de Argentina, Juan Pablo Schiavi, afirmó que aún era una 'incógnita' cómo se produjo el accidente ferroviario. Precisó además que el conductor del tren, ingresado en una unidad de terapia intensiva, tiene 28 años y antecedentes 'muy buenos'.
La formación tenía ocho vagones con capacidad para llevar 250 personas en cada uno, pero Schiavi dijo que los dos primeros vagones estaban 'abarrotados de gente' que usualmente se sube allí para ganar tiempo, lo cual produjo que el accidente alcanzara el nivel de 'tragedia de muchísima gravedad'. El funcionario indicó que el Estado hará una investigación técnica y administrativa 'muy profunda' sobre lo ocurrido.
LA XUNTA, EN CONTACTO CON LAS AUTORIDADES
La Xunta indicó ayer que mantiene 'permanente contacto' con las autoridades locales de Argentina para conocer si existen víctimas de la numerosa colonia gallega asentada en el país austral en el siniestro ferroviario. Tanto el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, como el delegado de la Xunta en Buenos Aires, Alejandro López Dobarro, mantuvieron ayer contactos con representantes de la diáspora gallega. Además, trasladaron preocupación del Gobierno gallego al ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Daniel Lemus, quien precisamente, es hijo de emigrantes gallegos. En un comunicado, la Xunta indió que en las próximas horas, a medida que los datos vayan siendo más fiables, se producirán nuevos contactos de miembros del Gobierno gallego con autoridades de la capital argentina.
Dirigentes del sindicato ferroviario denunciaron que el convoy accidentado es de la empresa Toshiba con entre 40 y 50 años de antigüedad e insistieron en el deterioro del sistema de ferroviario argentino por la falta de inversiones y mantenimiento. Sin embargo, Rubén Sobrero, el delegado de los trabajadores de la línea Sarmiento -en la que se produjo el siniestro-, aseguró en declaraciones a una emisora de radio que los frenos del tren accidentado fueron revisados la noche anterior en el taller de la localidad bonaerense de Castelar.
Las impactantes imágenes captadas por la cámara de las estación de Once del accidente muestran cómo, tras el choque, el segundo vagón se empotró literalmente en el primero y aprisionó a decenas de personas. 'Nos estábamos preparando para bajar porque el tren estaba disminuyendo la velocidad, y sentimos que frenó de golpe y el segundo vagón era como si se plegara sobre el primero', explicó Marcelo, uno de los pasajeros.
Más de un centenar de ambulancias y dos helicópteros participaron en las tareas de evacuación de los heridos que fueron trasladados a distintos hospitales de la ciudad.
Los equipos de rescate necesitaron más de cuatro horas de trabajos y tuvieron que cortar los techos de los vagones para evacuar a las víctimas. El accidente es la tercera mayor tragedia ferroviaria ocurrida en el país. La más grave se registró el 1 de febrero de 1970 en la localidad bonaerense de Benavídez, cuando un convoy embistió a otro que se encontraba detenido y causó un total de 236 muertos.
INVESTIGACIÓN
El secretario de Transporte de Argentina, Juan Pablo Schiavi, afirmó que aún era una 'incógnita' cómo se produjo el accidente ferroviario. Precisó además que el conductor del tren, ingresado en una unidad de terapia intensiva, tiene 28 años y antecedentes 'muy buenos'.
La formación tenía ocho vagones con capacidad para llevar 250 personas en cada uno, pero Schiavi dijo que los dos primeros vagones estaban 'abarrotados de gente' que usualmente se sube allí para ganar tiempo, lo cual produjo que el accidente alcanzara el nivel de 'tragedia de muchísima gravedad'. El funcionario indicó que el Estado hará una investigación técnica y administrativa 'muy profunda' sobre lo ocurrido.
LA XUNTA, EN CONTACTO CON LAS AUTORIDADES
La Xunta indicó ayer que mantiene 'permanente contacto' con las autoridades locales de Argentina para conocer si existen víctimas de la numerosa colonia gallega asentada en el país austral en el siniestro ferroviario. Tanto el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, como el delegado de la Xunta en Buenos Aires, Alejandro López Dobarro, mantuvieron ayer contactos con representantes de la diáspora gallega. Además, trasladaron preocupación del Gobierno gallego al ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Daniel Lemus, quien precisamente, es hijo de emigrantes gallegos. En un comunicado, la Xunta indió que en las próximas horas, a medida que los datos vayan siendo más fiables, se producirán nuevos contactos de miembros del Gobierno gallego con autoridades de la capital argentina.
