El presidente de EE.UU., Barack Obama, presentó ayer formalmente su plan para poner fin al espionaje masivo y acumulación de datos telefónicos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), con el que quiere recuperar la confianza ciudadana, y pidió al Congreso que lo apruebe lo antes posible. Los detalles de la propuesta ya fueron adelantados esta semana por la prensa estadounidense y confirmados por el propio Obama, quien explicó, en un comunicado, que su propósito es que esos datos dejen de estar en manos del Gobierno y permanezcan bajo el control de las compañías telefónicas. "He decidido que el mejor camino a seguir es que el Gobierno no debe recoger ni almacenar esos datos de forma masiva", precisó Obama, que ayer visitó al papa Francisco.
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Agencias
28/may./24 16:39