Los 109 diputados presentes en la cámara aprueban la separación de Serbia, en medio de muestras de júbilo en las calles.

El Parlamento de Kosovo aprueba la independencia unilateral de Serbia

La bandera de la independencia, que ha sido presentado en el Parlamento
El Parlamento de Kosovo ha celebrado una sesión histórica en la que se ha leído la proclamación unilateral de independencia, acogida con una prolongada ovación por los parlamentarios. Los contrastes están marcando ambos lados de la frontera que separa la provincia del resto de Serbia: fiesta en las calles en la parte albanokosovar y críticas y temores en la serbia. Los políticos serbios siguen subiendo el tono de sus declaraciones, centradas principalmente en la actitud de la UE.
Los políticos serbios siguen subiendo el tono de sus declaraciones, centradas principalmente en la actitud de la UE.

Lo que oficialmente ha proclamado el Parlamento es la independencia de la República de Kosovo, antigua provincia serbia de mayoría albanesa. Los 109 diputados presentes han votado votaron a favor entre aplausos y gritos de júbilo mientras en las calles de la capital kosovar miles de manifestantes enarbolaban banderas albanesas.

En una sesión extraordinaria, el primer minstro kosovar, Hashim Thaci, ha propuesto a la Cámara la adopción de la declaración de independencia respecto de Serbia. 'Somos los líderes de nuestro pueblo, democráticamente electos y a través de esta declaracion proclamamos Kosovo como un estado independiente y soberano', ha declarado Thaci ante la asamblea. 'La declaración refleja la voluntad del pueblo', añadía. Los parlamentarios le han secundado, puestos en pie, con una larga ovación.

Antes de hacer acto de presencia en la Cámara, Thaci había asegurado a los medios que 'los ciudadanos de Kosovo están esperando hoy la creación de un país democrático, soberano, e independiente; un estado para todos con igualdad de derechos'. 'Es hora de tomar la decisión de convertir a Kosovo en un miembro de la comunidad de naciones libres', había asegurado.

Celebración en las calles de Kósovo


Mientras que en la capital kosovar se celebraba la declaración unilateral, con miles de ciudadanos en las calles desafiando desde ayer al frío polar que azota la región estos días, en Serbia crecía la indignación y el malestar ante la pérdida de su provincia, que considera 'cuna natal' de la nación.

El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, se reunió ayer en Belgrado con una delegación de los serbios de Kosovo, a los que pidió que permanezcan en sus hogares y les prometió ayuda. Agregó que el Gobierno garantizará una vida normal y segura para todos los ciudadanos en Kosovo 'que respetan el Estado de Serbia'.

En Kosovo viven entre 100.000 y 120.000 serbios, después de que más de 200.000 hubieran abandonado la provincia en los últimos ocho años ante el acoso y las revanchas de los extremistas albaneses. Los que quedaron en la provincia residen ahora en el norte, contiguo al resto de Serbia, y en varios enclaves del centro y sur.

Serbia mantiene su oposición a la independencia de Kosovo, a la que aspiraban históricamente los albaneses, una abrumadora mayoría en esa provincia de unos dos millones de habitantes, puesta bajo protectorado interino de la ONU y la vigilancia de la OTAN desde el fin de la guerra, en 1999.

Tensión en aumento


De momento, la Policía kosovar ha informado de que la situación en la provincia serbia se desarrolla de forma tranquila y sin incidentes, mientras que las fuerzas de la UNMIK y de la KFOR han incrementado el ritmo de las patrullas en las zonas serbias, en el norte de la provincia.

Precisamente ayer, la Unión Europea lanzó su misión de 2.000 policías, jueces y funcionarios de aduanas en Kosovo para garantizar la estabilidad en la región y ayudar las autoridades de Prístina a crear un auténtico Estado democrático de derecho que garantice la protección de las minorías.

Los Veintisiete nombraron además al general francés jubilado Yves de Kermabon, antiguo comandante de las fuerzas de la OTAN en Kosovo (KFOR), como jefe de la operación, que se denomina EULEX Kosovo; y designaron al diplomático holandés Pieter Feith enviado especial de la UE para Kosovo.

El viceprimer ministro serbio, Bozidar Delic, presentó a última hora de ayer una protesta oficial ante la UE por este despliegue.

Bloqueo de las autoridades serbias


Pese al respaldo de Rusia, su principal aliado, Belgrado no ha podido hacer realmente nada para detener la independencia, o el reconocimiento de Kosovo, por parte de las potencias de Occidente.

El difícil Gobierno serbio está dividido sobre si rechazar o no los vínculos con la Unión Europea por el respaldo del bloque a la independencia de Kosovo.

Seis de los ministros del Gobierno serbio se han desplazado a varias localidades de Kosovo para denunciar en persona la declaración unilateral de independencia de la, por ahora, provincia serbia.

Entre ellos está el titular de la cartera para Kosovo, Slobodan Samardzic, acompañado de su secretario, Dusan Prorokovic, que tienen previsto dar una rueda de prensa en la localidad kosovar de Mitrovica a las 15.00 horas, en el mismo momento en el que se promulgue la declaración en Prístina, la capital de la provincia.

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