El poeta Sicilia y decenas de personas inician marcha por la paz en México

El poeta mexicano Javier Sicilia inició hoy, arropado por decenas de personas, una caminata desde la ciudad de Cuernavaca hasta la capital mexicana, en un recorrido de 80 kilómetros que culminará el domingo, para exigir el cese de la violencia, que ha dejado unos 40.000 muertos desde 2006.
Junto con Sicilia, que porta la bandera de México, encabezan la marcha el obispo Raúl Vera, activistas sociales de Ciudad Juárez y Julián Le Baron, un líder de la comunidad menonita de Chihuahua cuyo hermano fue asesinado por el crimen organizado.

Cuernavaca es escenario desde finales de 2009 de una guerra entre cabecillas del narcotráfico que se disputan el control de la zona tras la muerte del capo Arturo Beltrán Leyva y la captura del sicario Edgar Valdez Villarreal.

En esta espiral de violencia fueron asesinadas el pasado 27 de marzo siete personas, entre ellas Juan Francisco Sicilia, de 24 años, hijo del poeta Sicilia.

La entereza con la que el escritor afrontó la desgracia y la exigencia de que pare la violencia llamó la atención de amplios sectores de la sociedad que se han sumado a su grito de '¡Estamos hasta la madre!', una expresión muy mexicana que revela el hartazgo.

Con este lema, Sicilia, de 55 años, emprendió este jueves una marcha que ha calificado de 'odisea' y que comenzó en la fuente de La Paloma de Paz, rumbo a la autopista que serpentea por montañas y valles para unir a Cuernavaca con Ciudad de México.

Este recorrido en automóvil lleva menos de una hora, pero los manifestantes lo harán en tres días, pues llegarán el sábado a la capital mexicana, donde pernoctarán en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para proseguir su marcha el domingo y entrar por la tarde en el Zócalo, la principal plaza pública de México y epicentro de grandes manifestaciones o celebraciones políticas y sociales.

Esta iniciativa propone un pacto nacional en busca de solución a la violencia motivada por la guerra entre los narcotraficantes y de estos contra las fuerzas federales de seguridad.

La estrategia del Ejecutivo, que encabeza Felipe Calderón, cuyo mandato comenzó en diciembre de 2006 y finalizará en noviembre de 2012, ha sido un combate frontal a la criminalidad organizada, con lo que fueron desplegados en muchas ciudades 50.000 soldados y 20.000 agentes federales.

Pero, según sus críticos, esta estrategia ha provocado la reacción violenta de los narcotraficantes, que ido incrementando en espiral su respuesta con crímenes horrendos que después exhiben al colgar, por ejemplo, a sus víctimas decapitadas de puentes de distintas urbes y poblados.

El presidente Calderón aseguró este miércoles que no cambiará su política para no dejar resquicios a los criminales y pidió la comprensión y el apoyo de la sociedad.

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