Un suboficial del cuerpo de Carabineros fue dado hoy de baja por su presunta implicación en la muerte de un joven, ocurrida durante las protestas registradas en el paro nacional de dos días, convocado por los sindicatos en Chile la semana pasada.
Según informó hoy a periodistas el general de Carabineros José Luis Ortega, jefe de la zona metropolitana de Santiago, un suboficial 'que se encontraba de servicio de patrullaje' acudió a la zona donde se estaban produciendo los disturbios y que efectuó dos tiros 'al aire' al ver que 'desde el otro costado de una avenida disparaban en contra del personal que había requerido apoyo'.
'La responsabilidad' en la muerte de Manuel Gutiérrez Reinoso, de 16 años, ocurrida en la madrugada del pasado viernes, 'la tendrán que establecer científicamente los peritajes que va a tener que realizar lo antes posible la Policía de Investigaciones con la orientación del fiscal que lleva la causa', indicó Ortega.
El general aclaró que la sanción al suboficial es por haber hecho uso de su arma de servicio, una pistola Uzzi de 9 milímetros.
Los restos del joven fueron sepultados este domingo en un cementerio evangélico situado en las afueras de la capital chilena, en un acto al que asistieron centenares de personas, varias de las cuales se manifestaron exigiendo justicia y culpando del hecho a los carabineros.
La fiscalía a cargo de la investigación judicial ordenó la incautación de todas las armas, incluso las particulares, que portaban los carabineros que actuaron esa madrugada en la comuna de Macul y otros sectores cercanos.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, aseguró este domingo que hará 'todo lo necesario' para que se esclarezca los hechos, mientras que Camila Vallejo, líder del movimiento estudiantil que ha protagonizado multitudinarias protestas en los últimos meses, pidió la renuncia del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, por la eventual responsabilidad de Carabineros en esta muerte.
Según informa el portal digital Emol, el suboficial implicado en estos hechos es Miguel Millacura Cárcamo, con 18 años de servicio, quien admitió ante la sección de asuntos internos de la policía, que limpió el arma tras usarla y repuso las dos balas utilizadas.
