EE.UU

Trump reafirma que el veto a los inmigrantes no es una "prohibición contra musulmanes"

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photo_camera Protestas en Aeropuerto internacional de San Francisco e contra del veto a los musulmanes en EE.UU.

El veto provisional provocó este sábado el caos y la indignación en medio mundo, mientras numerosos viajeros veían bloqueado ya su acceso a territorio estadounidense y se producían protestas en varios aeropuertos de EEUU

El presidente de EEUU, Donald Trump, insistió hoy en que su veto temporal a la entrada de personas de siete naciones de mayoría musulmana no es una "prohibición contra los musulmanes", pues hay "más de 40 países" similares en el mundo que no están afectados por la medida.

"Para ser claro, esto no es una prohibición contra los musulmanes como los medios han informado de manera falsa", afirmó el presidente en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

El gobernante ya expresó esa idea el sábado en un escueto comentario ante los periodistas durante la firma de nuevas directivas en el Despacho Oval, pero la polémica no ha dejado de aumentar desde entonces en EEUU y el resto del mundo.

Trump firmó el viernes un polémico decreto ley que suspende la entrada de todos los refugiados durante 120 días y la concesión durante 90 días de visados a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de vigilancia.

"Esto no es sobre la religión. Esto es sobre el terrorismo y para mantener seguro nuestro país", subrayó el magnate neoyorquino.

"Mi política es similar a lo que el presidente (Barak) Obama hizo en 2011 cuando prohibió los visados para refugiados de Irak durante seis meses", arguyó.

"Los siete países nombrados en la orden ejecutiva son los mismos previamente identificados por la Administración de Obama como fuentes de terrorismo", indicó Trump.

El mandatario remarcó que EEUU volverá a "emitir visados a todos los países una vez estemos seguros de que hemos revisado e implementado las políticas más seguras durante los próximos 90 días".

"Tengo un sentimiento tremendo -prosiguió- por la gente implicada en la horrorosa crisis humanitaria en Siria. Mi primera prioridad será siempre proteger y servir a nuestro país, pero como presidente encontraré formas de ayudar a aquellos que están sufriendo".

El veto provisional provocó este sábado el caos y la indignación en medio mundo, mientras numerosos viajeros veían bloqueado ya su acceso a territorio estadounidense y se producían protestas en varios aeropuertos de EEUU.

Una jueza federal bloqueó a última hora del sábado parte del polémico veto en respuesta a una demanda de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) contra la orden ejecutiva de Trump que puso en duda su constitucionalidad.

La jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn (Nueva York), resolvió que los refugiados u otras personas afectadas por la medida y que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados a sus países.

Tras el dictamen de la magistrada, jueces federales en Virginia, Seattle y Boston tomaron decisiones similares. 
El veto provisional generó este sábado una gran confusión e indignación en aeropuertos del todo el mundo, mientras numerosos viajeros veían bloqueado su acceso a territorio estadounidense y entre 100 y 200 pasajeros -según la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU)- eran retenidos a su llegada a EEUU.

La medida desató la ira de manifestantes que se congregaron el sábado en decenas de aeropuertos de todo el país, con pancartas en las que se leían consignas "Refugiados, bienvenidos" o "Yo amo a mis vecinos musulmanes".

Las protestas continuaron hoy en importantes ciudades de EEUU, como la capital, Washington, donde varios miles de personas expresaron su repulsa ante la Casa Blanca.

Una jueza federal bloqueó a última hora del sábado parte del polémico veto en respuesta a una demanda de la ACLU contra la orden ejecutiva de Trump, que cuestiona su constitucionalidad.

La jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn (Nueva York), resolvió que los refugiados u otras personas afectadas por la medida, y que llegaron a aeropuertos de EEUU tras emitirse el decreto, no pueden ser deportados a sus países.

Tras el dictamen de la magistrada, jueces federales en Alexandria (Virginia), Seattle (Washington) y Boston (Massachusetts) adoptaron decisiones similares.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) insistió hoy en que aplicará la orden de Trump, pero aseguró que "cumplirá los mandatos judiciales".

El decreto del magnate se topó con el rechazo de los legisladores demócratas, como el líder de la minoría de ese partido en el Senado, Charles Schumer, quien exigió a Trump "revertir" el "miserable" veto y adelantó que evaluará medidas legislativas para frenar la orden.

"Eso no es lo que somos nosotros", escribió en su cuenta Twitter Hillary Clinton, la rival demócrata a la que el multimillonario venció en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, al dar su apoyo a quienes protestan para "defender nuestros valores".

Trump recibió también reproches de dos influyentes senadores republicanos, John McCain (ex candidato presidencial) y Lindsey Graham, que afirmaron hoy que el decreto envía el mensaje de que "EEUU no quiere que los musulmanes vengan a nuestro país".

"Por eso, tememos que esta orden ejecutiva pueda hacer más para ayudar al reclutamiento de terroristas que para mejorar nuestra seguridad", agregaron McCain y Graham en un comunicado conjunto.

Además, los fiscales generales de 16 estados de EEUU, nueve gobernados por demócratas y siete por republicanos, condenaron hoy el veto, que tildaron de "inconstitucional, anti-estadounidense e ilegal".

El decreto de Trump ha causado igualmente una extraordinaria ira en muchos países y ha provocado el rechazo de gobernantes como la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, François Holland, quienes departieron el sábado por teléfono con el magnate, e incluso la primera ministra británica, Theresa May.

Asimismo, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, expresó hoy su "profunda preocupación" por el veto temporal a la entrada en EEUU de los ciudadanos de varios países musulmanes, la mayoría de ellos miembros del organismo.

El Gobierno iraní anunció ayer que aplicará el principio de reciprocidad a los ciudadanos EE.UU. tras este "insulto flagrante a los musulmanes del mundo".

E Irak, otro de los Estados incluidos en la "lista negra" de Trump, ha amenazado con prohibiciones recíprocas para cerrar la puerta de su territorio a los ciudadanos estadounidenses.

La decisión del multimillonario neoyorquino tampoco ha sentado bien en el vecino del norte, Canadá, donde el primer ministro, Justin Trudeau, ha defendido en su cuenta de Twitter a "aquellos que huyen de la persecución, el terror y la guerra".

"Los canadienses -agregó Trudeau- les dan la bienvenida, sin importar su fe. La diversidad es nuestra fortaleza". 

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