La violencia amaina en Kiev, con oposición y gobierno alejados

La violencia amainó ayer en Kiev después de tres días de disturbios, aunque los manifestantes tomaron nuevas posiciones en el centro de la capital ucraniana, mientras fracasaron los primeros contactos entre Gobierno y oposición.
La nueva línea de frente del campo de batalla callejero en el que se ha convertido Kíev se trasladó desde la Plaza de la Independencia, bastión opositor desde hace dos meses, a las inmediaciones del estadio del Dinamo.

Con todo, el ánimo contestatario no ceja entre los opositores, por lo que la Policía sigue bloqueando los accesos a las sedes del Gobierno y del Parlamento .

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