Resulta vergonzoso comprobar lo que está ocurriendo en el entorno del Complexo Hospitalario de Ourense. La carretera reventada por las obras de construcción del nuevo hospital sigue sin arreglar y la finca de las inmediaciones sin desbrozar. A todo ello hay que añadir que cada vez que aterriza y despega del helipuerto el helicóptero de emergencias salen volando hacia los edificios colindantes la mierda de perros y palomas.