Algunos vecinos han recuperado la vieja costumbre de velar a los difuntos en sus domicilios
A falta de una solución inmediata sobre la utilización de los centros sociales en los concellos del rural como velatorios, algunas familias están recuperando la vieja costumbre de velar a sus difuntos en sus casas. Así lo confirmaban los responsables municipales de Boborás, después de que el Concello notificara a las respectivas asociaciones de vecinos y a la empresas funerarias la prohibición de utilizar dichas instalaciones para ese fin. Por ese mismo motivo, otros vecinos optan por trasladar el duelo hasta el tanatorio más cercano. Sin embargo, también en otros concellos como Carballiño, O Irixo, Maside y Cea, las autoridades locales no han tomado medidas y se siguen usando los centros, pendientes de una solución al problema.
Estos son algunos de los concellos que ya han aprobado en pleno dirigirse a la Consellería de Sanidade para que conceda una moratoria de dos años para realizar las reformas con el fin de adaptar los locales a la ley, al mismo tiempo que solicitan ayudas económicas para hacer frente a las obras.
En el caso de Boborás, la moción que en este sentido propone el PP será abordada en un pleno de finales de mes. Mientras, el Concello ha decidido informar sobre la prohibición de velar a los muertos en los centros de Xendive, Cameixa, Brués, O Regueiro, Albarellos y Feás. El alcalde, Cipriano Caamaño, declaraba que "esto es un retroceso, pero las familias que no tienen seguro de receso e incluso las personas más mayores prefieren volver a las casas, en unas condiciones bastantes difíciles y que ofrece muchas menos garantías de seguridad". El regidor también apuntaba que "en estos días pasados fue el funeral de una vecina que había dejado en sus últimas voluntades la petición de ser velada por sus vecinos en el centro social de su pueblo, y con todo el pesar del alma, la familia tuvo que hacerlo en el tanatorio de Carballiño".
En O Irixo, Carballiño y Cea, los responsables municipales confirmaban que "todo sigue igual, no nos consta que no se utilicen los centros sociales". El teniente alcalde de Irixo, Manuel Cerdeira, matizaba que hace escasos días se veló a un difunto en uno de los pueblos, añadiendo que en breve empezarán las reformas en el primero de los seis centros, que será Santa María do Campo.
Así, los concellos están a la espera de una respuesta de la Xunta a sus peticiones, y también, tal y como señalaban desde Maside, a que tome cartas en el asunto la Fegamp, cuyo presidente, Alfredo García, planteará el problema en próximos días ante la Xunta.
