Les siguen los recibos de electricidad y la compra de medicamentos, según el balance de 2016
La compra de alimentos, el abono del alquiler de viviendas, los recibos de electricidad y el pago de medicamentos a las familias de bajos recursos de Carballiño y comarca constituyen el gasto principal anual de Caritas y la Sociedad San Vicente Paul, de la Parroquia de San Cibrao. Así lo constata el balance del 2016, en el que se trabajó con un presupuesto de 14.428 euros, procedentes de los donativos de los feligreses y voluntarios que desempeñan una labor de ayuda solidaria. A esto, también hay que sumar el reparto de alimentos donados directamente por los vecinos como en el caso de la última campaña desarrollada en las pasadas navidades y en la que participaron supermercados y colegios.
El voluntario Juan Ramón Estévez confirmaba la asistencia a 173 familias y un total de 908 actuaciones a lo largo del año. La inversión mayor se produjo en la compra de alimentos, con 6.475 euros, de los cuales 5.281 corresponden a la Caja de Ayudas, que es el almacén en donde los beneficiarios pueden recoger lo que necesitan, cada viernes entre las 11,00 y las 13,30 horas. También está lo que se destina a la alimentación de bebés, que ascendió a 747 euros y la entrega de bolsas de diversos productos en las que se gastaron 447 euros.
El siguiente desembolso ha sido en el pago de alquileres de viviendas, con 3.500 euros; y de los recibos de electricidad, en unos casos con aviso de corte y en otros ya sin el suministro, ascendiendo a 1.804 euros. Al respecto, manifestaba Juan Ramón Estévez, que en uno de los casos fue necesario abonar 300 euros correspondientes a recibos atrasados para poder recuperar el servicio.
Otra partida económica que destaca tiene que ver con la adquisición de medicamentos por un importe de 860 euros, además de ayudas para el butano, comidas a transeúntes con 490 euros o recibos del agua, entre otros destinos, además de gastos generales.
Ayudas para un total de 173 familias
Las 173 familias destinatarias de las ayudas son mayoritariamente de Carballiño y Maside, aunque también hay de otros concellos de la comarca como Cea e Irixo, según puntualizó Juan Ramón Estévez. Este voluntario afirma que un 50% son inmigrantes y el otro 50% son de la zona.
Estévez añade, además, que no hay un perfil específico, ya que se trata de personas de muy distintas edades, jóvenes sin empleo o mayores con una pensión mínima con la que no pueden cubrir sus necesidades básicas. En estos momentos, entre Caritas y San Vicente Paul participan en esta labor solidaria un total de 12 voluntarios, que invitan a quién esté interesado a acercarse a la parroquia para echar una mano, además de mostrar agradecimiento a todos los colaboradores.
