El Concello de Carballiño dispone del plazo de un año para proceder al derribo de la nave de la sede de Protección Civil y Grupo municipal de Emergencias, contando a partir del pasado 19 de enero de 2021 cuando la Axencia de Protección da Legalidade urbanística de Galicia (APLU) notifica la incoación de un expediente de reposición de la legalidad urbanística. Con tal motivo, los responsables municipales ya están estudiando el coste del derribo de las obras ilegales, al mismo tiempo que analizan los posibles emplazamientos de los servicios de emergencias, barajando tres posibilidades, ya sea ocupando las antiguas instalaciones de la feria, la estación de autobuses cuando se centralice el transporte en la estación de ferrocarril e incluso no se descarta la adquisición de una parcela para una nueva sede.
"Tamén se estudan os posibles usos que podería ter a parcela en cuestión e as posibilidades de recuperar posibles usos permitidos nas edificacións existentes, consideradas dende o concello cun alto valor patrimonial por formar parte do conxunto que complementa a propia estación ferroviaria", apunta el alcalde, Francisco Fumega. La intervención de la APLU surge a partir de la denuncia formulada por un particular en el mes de febrero de 2020. El Concello de Carballiño había promovido la construcción de la nave para el estacionamiento de vehículos y maquinaria de Protección Civil, que junto con el Grupo municipal de Emergencias, ocupan también la antigua cantina de la estación. Estas obras, anteriores al año 2010, fueron ejecutadas en una parcela municipal con una superficie de 1.590 metros cuadrados y alberga en ella distintas edificaciones con diversos usos, formadas por oficinas, la nave y las tres viviendas de los antiguos trabajadores de Renfe.
El terreno en donde está la nave está calificado en el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Carballiño de Sistema Xeral de Zonas verdes y los usos permitidos son de casetas y kioscos desmontables o mobiliario urbano, entre otros, por lo que la APLU concluye que la nave no cumple las condiciones previstas en la ordenanza para aparcamiento. Además, también señala que la edificación "non garda recuamento respecto do lindeiro frontal da parcela, pois os recuamentos respecto das edificacións existentes na propia parcela que se sitúan nos seus laterais son aproximadamente de un metro e dos metros, respectivamente", matizan los responsables municipales. Por ello, ordena su derribo y sin posibilidad a presentar recurso.
