Este martes Santo, el monasterio de Oseira dio a conocer la noticia sobre el fallecimiento del padre Rafael Manzano García-Triviño
El padre Rafael Manzano García-Triviño era un monje muy conocido porque durante muchos años fue el encargado de recibir a los miles de visitantes que cada año se acercan al Monasterio de Santa María la Real de Oseira, al mismo tiempo que atendía la tienda situada en la recepción. Era una de sus principales actividades, entre las que también destacaba por ser maestro de novicios, a los que sabiamente enseñaba a conocer y a introducirse en la vida monástica. “Era un fiel maestro”, señala uno de sus alumnos, el hermano César, quien además afirma que hace años, antes de su llegada a Oseira, el padre Rafael, entre otros servicios a la comunidad, ayudaba en la fabricación de quesos, una actividad ya desaparecida en este monasterio.
Su gran sentido del humor era muy valorado, siempre alegre, pero también muy entregado a la vida monástica, “con una voluntad muy férrea para seguir siempre adelante”, señala el hermano César.
El padre Rafael era un hombre entrañable y muy serio a la vez con todo lo religioso y espiritual. Amante de la liturgia, intentó siempre vivir esa vida de entrega con plenitud.
Entre sus aficiones, le gustaba especialmente caminar, por lo que era habitual verlo en sus escasos ratos libres recorriendo los campos que rodean el monasterio.
El padre Rafael abandonaba ayer, con 96 años, este mundo en busca de otro mejor, tras su larga estancia de 48 años en Oseira. Había nacido en Almería en el año 1927 y su primer destino dentro de la Orden Cisterciense fue el Monasterio de Viaceli de Cantabria, en 1952. Cinco años después hacía la profesión solemne y, en 1961, era ordenado sacerdote.
Así, llegaba a Oseira en 1976, en donde residió hasta el momento de su fallecimiento.
El funeral está previsto para hoy, 27 de marzo, a las 11,30 horas, en la iglesia del monasterio.
