La Xunta paralizó el proyecto que le reportaría al Concello 100.000 euros de ingresos anuales

El parque eólico de Boborás arrastra un año de retraso

El Concello de Boborás prevé ubicar el parque eólico singular en el entorno del Paraño. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El Concello de Boborás está a la espera de recibir la autorización de la Xunta de Galicia para la construcción de un parque eólico singular, que le reportará unos ingresos anuales de 100.000 euros. El proyecto ya estaría en marcha a estas alturas si la Administración autonómica no hubiese paralizado hace un año el expediente a raíz de los cambios previstos por el actual gobierno para la adjudicación de este tipo de explotaciones.
El bipartito había dado el visto bueno a la solicitud del Concello para la instalación de dos torres eólicas en el entorno de los montes del Paraño. La institución local había convocado un concurso público y adjudicado la ejecución del proyecto a la empresa Eolicia, que preveía invertir 1,5 millones de euros.

La concesión se cerró por 25 años, lo que supondría al final una ganancia para las arcas municipales de 2,5 millones de euros.

Por ese motivo, las autoridades locales lamentan la pérdida de ingresos que supone para el Concello esta paralización que se prolonga durante un año y sólo esperan que la Xunta resuelva cuanto antes el expediente administrativo para autorizar la instalación.

CONFLICTO
Por otra parte, todavía está pendiente de solución el conflicto de lindes que ha surgido entre Boborás e Irixo a raíz del inicio del proceso del parque eólico. Su ubicación está prevista en los montes situados detrás del Paraño, próximos a la N-541. Se trata de terrenos comunales, que ahora los vecinos de Espiñeiro consideran que les pertenecen.

En consecuencia, ambos concellos acordaron constituir sendas comisiones que se encargan de recopilar toda la documentación alusiva al comunal con vistas a comprobar de quién es la propiedad.

La intención de los alcaldes Cipriano Caamaño (Boborás) y Manuel Penedo (Irixo) consiste en llegar a una conciliación entre ambas partes con el fin de evitar tener que recurrir al Instituto Nacional Geográfico para que resuelva las diferencias.

Entre tanto, el Concello de Boborás sigue adelante con el proyecto, pendiente de la autorización por parte de la Xunta. Las autoridades municipales pretenden destinar las ganancias que le reporte la explotación a la realización de obras y creación de servicios públicos. Al respecto, habían llegado a un acuerdo previo con los vecinos para que el Concello se haga cargo de administrar los ingresos.

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