Carballiño volvió a batir ayer su propio récord Guinness de la tapa de cefalópodo más grande del mundo, al servirla en un plato de 3,20 metros de diámetro, un metro más que en la edición anterior (año 2010). Los organizadores instalaron una carpa en la plaza Mayor, donde desde las seis de la tarde un grupo de 12 integrantes de la Asociación de Pulpeiros de Arcos, organizadores del evento, preparó la cocción de un total de 280 kilos de pulpo en cuatro 'caldeiras'.
Dos horas más tarde, los rabos ya estaban listos para ser cortados sobre el plato y aliñados con abundante sal (4 kilos), aceite (30 litros) y pimentón. El alcalde carballiñés, Argimiro Marnotes, fue uno de los primeros en utilizar las tijeras, acompañado por representantes de las empresas patrocinadoras (Bopeixe, Pesmar Baranda y Cámara de Arcos, distribuidores); Aceites Abril y bodega Pazo Tizón, además de Pan de Cea y pastelería Royal.
Más de 30 personas se encargaron, a continuación de repartir los centenares de raciones entre aquellos asistentes que, previamente, compraron por tres euros un pequeño plato conmemorativo del 50º aniversario de la 'Festa do Pulpo' Un millar de personas se apuntaron a la oferta, que incluía una ración de pan y un vaso de vino, mientras la Escola de Gaitas interpretaba varias piezas populares.
Más de 30 personas se encargaron, a continuación de repartir los centenares de raciones entre aquellos asistentes que, previamente, compraron por tres euros un pequeño plato conmemorativo del 50º aniversario de la 'Festa do Pulpo' Un millar de personas se apuntaron a la oferta, que incluía una ración de pan y un vaso de vino, mientras la Escola de Gaitas interpretaba varias piezas populares.
