Un grupo de viticultores de O Ribeiro participaron ayer en una concentración de protesta ante la Delegación Territorial de la Xunta, en Ourense, para exigir que las bodegas compren toda la producción y a unos precios dignos.
Además de cortar la Avenida de la Habana durante unos breves minutos, también repartieron 10 cajas de uvas entre los transeúntes a los que explicaban que 'regalámolas porque non hai quen as compre'. La concentración también tenía por objetivo mantener una reunión con el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, que recibió una representación de los manifestantes, alcanzando un acuerdo para elaborar una lista de los agricultores que en vísperas de la vendimia (entre el 25 y el 26 de septiembre) todavía no tienen comprador, con el fin de que la Administración autonómica intervenga como mediadora con algunas bodegas para hacer efectiva la transacción.
El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) barajaba inicialmente una lista de 60 agricultores afectados, lo que suponía casi 2 millones de kilos de uvas que se quedarían sin vender. No obstante, los sindicalistas aclararon ayer que el número se ha reducido desde que se hizo pública la problemática, a raíz de que algunos bodegueros comunicaran a determinados agricultores que no recogerían sus cosechas, asegurando que en algunos casos hay el compromiso de comprar las uvas, 'aínda que non din a qué precio'. En otros casos, han sido particulares que han cerrado el trato comercial, por lo que la lista de afectados se ha reducido.
CONTRATO
La Administración autonómica también adquirió el compromiso de convocar cuanto antes la mesa del vino para negociar con tiempo el contrato homologado para la próxima campaña. Ante estos acuerdos, los viticultores han decidido suspender, de momento, otras movilizaciones. Los sindicalistas de UU.AA. también declaraban estar dispuestos a emprender acciones 'xa no momento da distribución do viño, informando ós consumidores qué marcas non cumplen cos costes de producción, xa sea nos supermercados ou nas rúas de viños'.
El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) barajaba inicialmente una lista de 60 agricultores afectados, lo que suponía casi 2 millones de kilos de uvas que se quedarían sin vender. No obstante, los sindicalistas aclararon ayer que el número se ha reducido desde que se hizo pública la problemática, a raíz de que algunos bodegueros comunicaran a determinados agricultores que no recogerían sus cosechas, asegurando que en algunos casos hay el compromiso de comprar las uvas, 'aínda que non din a qué precio'. En otros casos, han sido particulares que han cerrado el trato comercial, por lo que la lista de afectados se ha reducido.
CONTRATO
La Administración autonómica también adquirió el compromiso de convocar cuanto antes la mesa del vino para negociar con tiempo el contrato homologado para la próxima campaña. Ante estos acuerdos, los viticultores han decidido suspender, de momento, otras movilizaciones. Los sindicalistas de UU.AA. también declaraban estar dispuestos a emprender acciones 'xa no momento da distribución do viño, informando ós consumidores qué marcas non cumplen cos costes de producción, xa sea nos supermercados ou nas rúas de viños'.
