JUICIO

33 acusados por el escrache al presidente del CD Ourense

Exjugadores, equipo técnico y empleados será juzgados el martes por una falta de coacciones

Exjugadores, equipo técnico y empleados del desaparecido Club Deportivo Ourense se enfrentan este martes a una acusación por coacciones en el Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad. En total, 33 personas llenarán la sala de vistas en un juicio de faltas derivado de la denuncia que presentó el que fuera presidente del club la pasada temporada, Alejandro Estévez Rodríguez, por el escrache protagonizado por la plantilla en el negocio particular, el estudio de cocina que regenta en Pardo Bazán.

Los hechos que están tras este procedimiento penal forman parte de la sucesión de medidas adoptadas por el equipo contra los directivos del club cuando a mitad de la temporada pasada se les adeudaban varias nóminas. Estévez Rodríguez denunció a toda la plantilla del primer equipo, cuerpo técnico y trabajadores a excepción de Raúl Rois García, el delegado de campo y administrativo, quien no secundó la protesta.

Según aseguró en el juzgado el entonces presidente del CD Ourense, un total de 33 personas accedieron a la tienda el 24 de abril de este año sobre las cinco de la tarde, "interrumpiendo el trabajo normal de dicho negocio con el consiguiente perjuicio para la imagen comercial de la empresa y personal del denunciante".

En en el momento en que accedieron al negocio, Estévez Rodríguez no se encontraba allí por lo que los jugadores pidieron a una empleada que lo llamase para poder entregarle un escrito en el que reclamaban la dimisión de la junta directiva, algo que se produjo días después. Según la versión de la empleada que los atendió, los presentes amenazaron con no abandonar la tienda mientras el presidente, quien estaba en su casa por enfermedad, no se presentase. La que sí acudió fue la dueña del local, quien instó a que lo abandonaran, hecho que sucedió una hora después, no sin antes requerir la presencia policial.

Pese a que hubo otros episodios similares en el lugar de trabajo del vicepresidente, José Ramón Fernández Morgade, y en una cafetería regentada por la mujer de su hijo, Alberto Fernández, director general del club, el presidente fue el único que presentó denuncia.

La falta de coacciones de la que están acusados lleva pareja una pena multa de 10 a 20 días con una cuota diaria que varía según los ingresos.

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