El abogado del Estado se ha sumado a la argumentación del letrado que representa a los padres de Laura Alonso, la joven de 19 años muerta a manos de su exnovio el 24 de agosto de 2009, y acusará al inculpado, Javier Cruz González, de asesinato en el proceso que se seguirá ante un jurado popular.
De esta forma, el tribunal deberá discernir sobre tres posicionamientos diferentes. La calificación jurídica del fiscal, que, según sostiene, el crimen se encuadra en un homicidio ya que el encausado quiso matar a Laura Alonso y solicita 14 años de prisión (le aplica la agravante de parentesco por la relación de afectividad que había entre ambos jóvenes).
Mientras que la acusación particular y el abogado del Estado, quien casi siempre se adhiere a la petición del Ministerio Público, van un paso más allá al destacar el propósito criminal de Cruz González al actuar con alevosía, lo que encuadra su actuación en un asesinato. Por su parte, la defensa asegura que el encausado la mató pero sin intencionalidad (homicidio imprudente).
Esta es la primera vez en el proceso penal que el letrado del Estado difiere del posicionamiento del fiscal ya que en el acta de comparecencia del 30 de septiembre de 2010 para concretar las imputaciones conforme a la Ley de Jurado, se adhirió a lo manifestado por el Ministerio Público tanto en el relato de los hechos como en las diligencias que debían practicarse.
Pero ahora, en su escrito de acusación particular, argumenta que 'la consideración de asesinato viene dada porque en el momento de los hechos la víctima no podía recibir auxilio de otras personas, quedando debilitada su defensa y facilitando así la impunidad del agresor por la superioridad física sobre la víctima y porque pudo actuar con abuso de confianza debido a la relación de afectividad que mantenían'.
La muerte de Laura Alonso aconteció en la madruga del 24 de agosto después de que ambos jóvenes quedasen en verse junto a una nave municipal. Posteriormente, se trasladaron en el coche del inculpado. Según la versión de este último, mantuvieron relaciones sexuales y posteriormente en el transcurso de una discusión la agarró con fuerza por el cuello hasta que se desvaneció. No obstante, las acusaciones sostienen que empleó una chaqueta que llevaba la chica para asfixiarla.
Mientras que la acusación particular y el abogado del Estado, quien casi siempre se adhiere a la petición del Ministerio Público, van un paso más allá al destacar el propósito criminal de Cruz González al actuar con alevosía, lo que encuadra su actuación en un asesinato. Por su parte, la defensa asegura que el encausado la mató pero sin intencionalidad (homicidio imprudente).
Esta es la primera vez en el proceso penal que el letrado del Estado difiere del posicionamiento del fiscal ya que en el acta de comparecencia del 30 de septiembre de 2010 para concretar las imputaciones conforme a la Ley de Jurado, se adhirió a lo manifestado por el Ministerio Público tanto en el relato de los hechos como en las diligencias que debían practicarse.
Pero ahora, en su escrito de acusación particular, argumenta que 'la consideración de asesinato viene dada porque en el momento de los hechos la víctima no podía recibir auxilio de otras personas, quedando debilitada su defensa y facilitando así la impunidad del agresor por la superioridad física sobre la víctima y porque pudo actuar con abuso de confianza debido a la relación de afectividad que mantenían'.
La muerte de Laura Alonso aconteció en la madruga del 24 de agosto después de que ambos jóvenes quedasen en verse junto a una nave municipal. Posteriormente, se trasladaron en el coche del inculpado. Según la versión de este último, mantuvieron relaciones sexuales y posteriormente en el transcurso de una discusión la agarró con fuerza por el cuello hasta que se desvaneció. No obstante, las acusaciones sostienen que empleó una chaqueta que llevaba la chica para asfixiarla.
