Ahora en el río Loña, en la desembocadura en el Miño, a las afueras de la ciudad. La aparición de espuma blanca en el cauce alarmó ayer por la mañana a paseantes y vecinos de A Lonia, aunque desapareció a las pocas horas sin mayores daños, aparentemente.
La espuma se hizo notar entre las algas y en el último tramo del río, sin que se conozca por el momento su procedencia ni los productos que se vertieron al agua.
Al llegar al río Miño, la espuma se disolvió hasta pasar completamente desapercibida pero fue abundante en el cauce de este afluente, especialmente en zonas donde las piedras y la maleza generaban pequeñas cascadas, que acrecentaron la intensidad de la espuma.
El agua del río presentaba también en esta zona una notable turbidez, posiblemente derivada del vertido que se produjo en el cauce.
La Confederación Hidrográfica del Miño tomó ya muestras del agua para analizar en sus laboratorios.
Al llegar al río Miño, la espuma se disolvió hasta pasar completamente desapercibida pero fue abundante en el cauce de este afluente, especialmente en zonas donde las piedras y la maleza generaban pequeñas cascadas, que acrecentaron la intensidad de la espuma.
El agua del río presentaba también en esta zona una notable turbidez, posiblemente derivada del vertido que se produjo en el cauce.
La Confederación Hidrográfica del Miño tomó ya muestras del agua para analizar en sus laboratorios.
