La congestión que sufre la Administración judicial en España está experimentando una alarmante progresión, según valoró ayer el presidente de la Audiencia Provincial, Fernando Alañón. Por ello, defendió que se potencien vías alternativas para la resolución de conflictos, como el arbitraje, según manifestó en un encuentro en la Cámara de Comercio.
Los sistemas de mediación y arbitraje constituyen una de las principales alternativas para resolver determinados conflictos -como los que se producen en el ámbito mercantil- evitando largos y costosos procesos judiciales. No obstante, son poco utilizados en Galicia, por lo que la Cámara de Comercio de Ourense desarrolló ayer unas jornadas de difusión entre los empresarios. El presidente de la Audiencia Provincial, Fernando Alañón, abrió el encuentro con una intervención en la que alertó de la alarmante progresión de la tasa de congestión en los juzgados, según expuso tomando los datos de la memoria del Consejo General del Poder Judicial sobre el 2008, que muestran unas tendencias que se mantie nen en 2009. Mostró, asimismo, su escepticismo sobre las soluciones que se plantean a este problema. De ahí que defendiese el arbitraje como un sistema de resolución de conflictos con indudables ventajas en áreas como la mercantil o el consumo. Es un elemento fundamental para la descongestión de la Administración judicial, apuntó Alañón.
La jornada contó con la participación, entre otros, del presidente de la Comisión de Profesionales de la Cámara de Comercio, José Manuel Díaz; el presidente del Consello Social de la Universidad de Vigo, Emilio Atrio, o el decano del Colegio de Abogados de Ourense, Arturo González.
Un sistema que intenta buscar acuerdos
La jornada contó con la participación de María Luisa Regueira, abogada y árbitro de la Asociación Galega de Arbitraxe, quien defendió que ante el panorama sombrío que existe en el ámbito judicial es necesario fomentar instrumentos que ya existen, pero no estamos utilizando. En su intervención, la abogada explicó que la posibilidad de acudir al arbitraje para resolver un conflicto se puede pactar en un contrato mercantil o, si no es así, por acuerdo entre las partes implicadas en el problema. Para ello se designa un árbitro independiente, que da a las dos partes la posibilidad de explicar sus argumentos y replicar a la parte contraria, y que también practica las pruebas oportunas antes de emitir un laudo, si bien en muchos casos intenta acercar las posturas de los implicados para llegar a una conformidad. Entre las mayores ventajas de este sistema está que se evita el coste de determinados trámites judiciales y la rapidez (tiene un plazo de seis meses).
La jornada contó con la participación, entre otros, del presidente de la Comisión de Profesionales de la Cámara de Comercio, José Manuel Díaz; el presidente del Consello Social de la Universidad de Vigo, Emilio Atrio, o el decano del Colegio de Abogados de Ourense, Arturo González.
Un sistema que intenta buscar acuerdos
La jornada contó con la participación de María Luisa Regueira, abogada y árbitro de la Asociación Galega de Arbitraxe, quien defendió que ante el panorama sombrío que existe en el ámbito judicial es necesario fomentar instrumentos que ya existen, pero no estamos utilizando. En su intervención, la abogada explicó que la posibilidad de acudir al arbitraje para resolver un conflicto se puede pactar en un contrato mercantil o, si no es así, por acuerdo entre las partes implicadas en el problema. Para ello se designa un árbitro independiente, que da a las dos partes la posibilidad de explicar sus argumentos y replicar a la parte contraria, y que también practica las pruebas oportunas antes de emitir un laudo, si bien en muchos casos intenta acercar las posturas de los implicados para llegar a una conformidad. Entre las mayores ventajas de este sistema está que se evita el coste de determinados trámites judiciales y la rapidez (tiene un plazo de seis meses).
