Después de su reprobación, el alcalde de la ciudad, el socialista Agustín Fernández, se propone ahora 'concitar o apoio dos grupos' de la oposición con el objetivo de trabajar 'nos grandes proxectos da cidade e en resolver os problemas dos cidadáns'.
Cómo lo va a hacer, después del gran distanciamiento evidenciado en el pleno de su reprobación -sobre todo, con el BNG-, es algo que todavía se desconoce y que el propio regidor no aclara, más allá de que se muestra 'aberto sempre ó diálogo, a reunións e a manter o contacto cos grupos da oposición'. En todo caso, el regidor quiere dejar de lado 'a bronca política, que non resolve nada' y centrarse en el día a día del Concello.
El primer gran reto al que se enfrenta el gobierno minoritario socialista es la aprobación de los presupuestos de 2013, que tenían que estar aprobados a finales del año pasado y que requieren la mayoría absoluta de la Corporación (14 votos) para que prosperen. El borrador presentado hasta la fecha no parece satisfacer al BNG (tampoco al PP), pero el regidor asume que 'se hai algún erro no prantexamento, imos tentar rectificalo e que sexan os mellores posibles para atender as necesidades dos cidadáns'. Asegura que 'estamos abertos a escoitar as demandas da oposición (en los trámites de enmiendas y alegaciones) e, segundo sexan as propostas, e se hai posibilidades financieiras e respectando o equilibrio orzamentario, claro que as teríamos en conta'.
Otro de los asuntos importantes que el gobierno municipal debe afrontar en los próximos meses es la aprobación inicial del Plan Xeral, prevista en principio para septiembre. Al igual que en el caso de los presupuestos, el apoyo de la oposición es fundamental para poder llevar adelante este documento.
Con todo, y a pesar de la reprobación de todos los grupos de la oposición, Agustín Fernández ve posible reconducir la situación hacia un mayor consenso. 'Nese pleno, o goberno e a oposición chegaron a acordos e aprobaron unanimemente proxectos tan importantes como o do plan das Burgas. Unha vez superado esto (la reprobación), que non é máis que unha crítica e unha censura ó labor da Alcaldía, temos que preocuparnos polo día a día'.
MOCIÓN DE CENSURA
Con dos años de mandato por delante, y ante la actual debilidad del gobierno local, la moción de censura es otra posibilidad. El propio alcalde ha invitado a la oposición a utilizar este mecanismo si quiere gobernar y también desde Democracia Ourensana se ha dejado caer en el pleno esta alternativa. Sin embargo, desde el BNG, su portavoz, Xosé Somoza, la ve 'completamente imposible' si para ello se requiere la implicación de su formación, aunque añade que, 'co grupo de goberno tan dividido, igual non é tan estrano' que alguno de los socialistas pudiera apoyar una moción promovida por el PP y seguida por Democracia Ourensana -en ese caso, sólo se necesitaría un voto más pero es improbable que algún concejal socialista la secundara-.
Además, el PP, tampoco está por la labor. En público, su portavoz, Rosendo Fernández, cree que una moción de censura sería 'un escarnio máis ó que tería que someterse este Concello', y apuesta por buscar otras fórmulas de gobernabilidad. Por ello, no duda en invitar a Agustín Fernández a 'chamarnos e facer un movemento, buscando o noso apoio para os proxectos importantes'.
El primer gran reto al que se enfrenta el gobierno minoritario socialista es la aprobación de los presupuestos de 2013, que tenían que estar aprobados a finales del año pasado y que requieren la mayoría absoluta de la Corporación (14 votos) para que prosperen. El borrador presentado hasta la fecha no parece satisfacer al BNG (tampoco al PP), pero el regidor asume que 'se hai algún erro no prantexamento, imos tentar rectificalo e que sexan os mellores posibles para atender as necesidades dos cidadáns'. Asegura que 'estamos abertos a escoitar as demandas da oposición (en los trámites de enmiendas y alegaciones) e, segundo sexan as propostas, e se hai posibilidades financieiras e respectando o equilibrio orzamentario, claro que as teríamos en conta'.
Otro de los asuntos importantes que el gobierno municipal debe afrontar en los próximos meses es la aprobación inicial del Plan Xeral, prevista en principio para septiembre. Al igual que en el caso de los presupuestos, el apoyo de la oposición es fundamental para poder llevar adelante este documento.
Con todo, y a pesar de la reprobación de todos los grupos de la oposición, Agustín Fernández ve posible reconducir la situación hacia un mayor consenso. 'Nese pleno, o goberno e a oposición chegaron a acordos e aprobaron unanimemente proxectos tan importantes como o do plan das Burgas. Unha vez superado esto (la reprobación), que non é máis que unha crítica e unha censura ó labor da Alcaldía, temos que preocuparnos polo día a día'.
MOCIÓN DE CENSURA
Con dos años de mandato por delante, y ante la actual debilidad del gobierno local, la moción de censura es otra posibilidad. El propio alcalde ha invitado a la oposición a utilizar este mecanismo si quiere gobernar y también desde Democracia Ourensana se ha dejado caer en el pleno esta alternativa. Sin embargo, desde el BNG, su portavoz, Xosé Somoza, la ve 'completamente imposible' si para ello se requiere la implicación de su formación, aunque añade que, 'co grupo de goberno tan dividido, igual non é tan estrano' que alguno de los socialistas pudiera apoyar una moción promovida por el PP y seguida por Democracia Ourensana -en ese caso, sólo se necesitaría un voto más pero es improbable que algún concejal socialista la secundara-.
Además, el PP, tampoco está por la labor. En público, su portavoz, Rosendo Fernández, cree que una moción de censura sería 'un escarnio máis ó que tería que someterse este Concello', y apuesta por buscar otras fórmulas de gobernabilidad. Por ello, no duda en invitar a Agustín Fernández a 'chamarnos e facer un movemento, buscando o noso apoio para os proxectos importantes'.
