La empresa ourensana Openhost presta su herramienta a periódicos digitales de todo el mundo y lo hace desde Bóveda (Amoeiro), demostrando que el futuro del rural pasa por ideas, iniciativa e internet.

Esta aldea sí es global

Oficina en Bóveda (Amoeiro) desde donde la empresa Openhost hace la herramienta de unas 500 webs. (Foto: S. ARJOMIL)
Hace unos meses la revista Pronto Argentina, con diez millones de páginas vistas al mes en su edición digital, se puso en contacto con Openhost interesándose por su herramienta para hacer páginas webs. 'Les sorprendió que desde un lugar remoto se pudiese hacer algo tan bueno', comenta David Martinez, fundador y CEO, acrónimo tecnológico de 'chief executive officer', el jefe de esta empresa ourensana, para entendernos.
Ese lugar remoto es Bóveda, en el concello de Amoeiro, aunque esta aldea desde el mes de octubre sí es global. Desde la buhardilla de una casa, cinco personas se ocupan de levantar y mantener los andamios de 500 páginas webs de información de todo el mundo, 26 de ellas con mucho tráfico de visitas y 300 en constante trasiego. Periódicos de Argentina, Chile, Colombia, México, Panamá o Brasil se sirven de ideas 'made in Bóveda'.

La aventura principió en 2008 cuando David Martínez comenzó a madurar la idea en Irlanda. Llevaba un año trabajando en Eircom, el gigante irlandés de las telecomunicaciones, y aunque intentaron que se quedase ofreciéndole un puestazo, este ingeniero superior en informática salido del Campus ourensano decidió desandar el camino para triunfar en su tierra. En los inicios eran dos personas en el tajo, pero fue pasando el tiempo, las páginas webs fueron cayendo en la red de su novedoso sistema y también fue necesario incrementar la plantilla.


VENTAJAS

En el mes de octubre decidieron abandonar un bajo en la calle Noriega Varela de Ourense para trasladarse a la aldea 'porque todo son ventajas'. 'Yo siempre digo que ahora trabajo en el paraíso', comenta Sandra al terminar una videoconferencia. A su lado, David y Álex aporrean el ordenador con ganas para hacer constantes mejoras a los servicios que ofrecen. Por la escalera asciende un aroma delicioso. Fran ha abandonado su puesto de trabajo para emplearse con mimo en los fogones. Está preparando coliflor con bechamel y truchas que más tarde se zamparán todos menos Sandra. Ella tiene que salir pitando para recoger a sus cativos. 'Claro que se puede hacer negocio en el rural, llega con una conexión a internet', afirma Martínez antes de pasar a enumerar las ventajas del cambio: 'En la aldea las ideas fluyen'. Lo hacen al ritmo que consiguen nuevos clientes. Durante la comida hay bullanga. Otra página de Canarias y dos periódicos de Castilla-La Mancha han llamado para contratar el sistema. Hasta Thor, el can, mueve la cola para participar de la alegría colectiva. 'Openhost quiere decir servidor abierto por la idea de conocimiento compartido', aclara. Desde esta aldea global se comparte información y esperanza para el rural.

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