Alegó indigencia en el juzgado pese a una vida de lujos

Audiencia provincial de Ourense (ÓSCAR PINAL)
photo_camera Audiencia provincial de Ourense (ÓSCAR PINAL)-
Alegaba que no podía pagar la deuda y tenía casas en Puerto Banús, A Toxa, Ames, Vigo y un chalét en Coles

La Audiencia de Ourense ha dado por buenos los argumentos de la jueza del Penal 2 que condenó en noviembre del pasado año al bodeguero Luis C.G. por ocultar su patrimonio para no satisfacer embargos judiciales y abonar una deuda que comenzó siendo de 278.370 euros (ahora ya supera las 400 mil con los intereses de demora) a  favor de la entidad Adegas Pazo do Mar SL (se le acusó de un delito de frustración de la ejecución del artículo 258.1 del Código Penal).

 El inculpado había mantenido siempre que no podía hacer frente a la deuda por falta de liquidez porque su sueldo se limitaba a 591 euros al mes. Pero el juzgado tiró del hilo: descubrió que figuraba como apoderado de tres empresas, conducía un coche de alta gama, disfrutaba de una casa con plaza de garaje en Puerto Banús (Marbella), otras en A Toxa, en Ames, Vigo además de su vivienda habitual en la ciudad con cuatro plazas de garaje y un chalé en Gustei (Coles). Pero, además, la jueza que le condenó en primera instancia reparó en noticias publicadas en la prensa  local en las que Luis C.G. daba a conocer inversiones millonarias en el polígono industrial de Vilamarín para ampliar la venta de  vinos a mercados exteriores.

Los magistrados del máximo órgano jurisdiccional de la provincial confirman ahora los seis meses de prisión que le impuso el Penal 2 y al pago de la deuda por el delito de falta de colaboración con el procedimiento de ejecución iniciado en 2014 por el Juzgado Mercantil. Un delito de nuevo cuño en el repertorio penal  que pretende reforzar la eficacia de las ejecuciones singulares.

La sala comparte los criterios de la jueza del Penal 2 porque “son la ponderación de varios datos de carácter objetivo que permiten concluir con arreglo a las normas de la sana crítica que el recurrente simuló una aparente insolvencia para no asumir sus responsabilidades económicas”. Y menciona que no solo es administrador de hecho y apoderado de derecho de varias sociedades -alguna con facturación de 14 millones de euros en 2014- y, según la Audiencia, “ello no se concilia con un escaso sueldo que no alcanza el sueldo mínimo interprofesional”. La Audiencia también repara los artículos periodísticos en los que -recuerdan los jueces- “se jacta de su éxito empresarial en primera persona y parece que sin intervención de terceras personas”.

Te puede interesar