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Aplazado el pago de los impuestos

Casi un tercio de los concellos de Ourense no ha sido capaces de hacer sus presupuestos en tres años. Durante ese periodo, eso sí, han sido capaces de cobrar impuestos. Igual los devuelven, quién sabe.

Lunes, 14 - Algunos olvidos y ciertas prioridades

En la provincia hay (quedan) 92 concellos que hacen lo que pueden, que siempre es menos de lo que la gente le pide. De ellos, 26 están a punto de concluir mandato, de rendir cuentas ante los votantes, sin ser capaces siquiera de aprobar los presupuestos. No, no es como el Juicio Final, con su sentencia inapelable y la boca del infierno esperando en caso de pertinaz maldad. Tampoco una corte de querubines que tocan el laúd regalando mayorías absolutas para los buenos. Es probable que en muchos de ellos se repita gobierno; es decir, manden los de siempre, incluso cuando no son los mismos. En política pasa como en aquel fútbol que interpretó Gary Lineker antes de jugar en el Barça: "el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y en el que siempre gana Alemania". En la política, pero sobre todo en la relación entre la Administración y el administrado, siempre pasa lo mismo, gobierne quien gobierne siempre pagan los mismos, que no suelen ser ellos, los políticos. En la tribu de corporaciones desperdigadas por el solar provincial hay buenos y malos alcaldes porque los regulares están en Melilla, como decía el chiste fácil. En medio de esa turbamulta se encuentran corporaciones con mayoría absoluta que han sido incapaces de aprobar sus presupuestos; hacer los deberes, para entendernos. Hay otros que no, pero tienen alguna disculpa, como que la oposición "no nos deja, porque son malos". Para quien manda los que les fiscalizan tienen malaje. Ellos no, ellos sujetan el fiel de la balanza, son el eje de rotación de la tierra, el meridiano de Greenwich, Pero, ¿saben? Entre los 26 alcaldes y corporativos que no han sido capaces de sumar y restar para hacer la cuentas hay una sospechosa coincidencia. ¿Saben cuál es? Ellos no han sido capaces de hacer su trabajo, pero ninguno de ellos se ha olvidado de cobrarles a ustedes los impuestos. Ninguno.

Martes, 15 - Las evidencias de la sociedad líquida

La Policía activó una alerta antiterrorista antes de la procesión de Fátima en Ourense. Portada del periódico el martes y escalofrío por el espinazo de los miles de fieles que siguieron la imagen que sale del templo de O Couto. Más allá del recorrido de esta información (que lo tuvo) conviene recordar que nos hemos vuelto objetivo de todo o de todos. Vivimos en la modernidad o sociedad líquida, como escribió el sociólogo Zygmunt Bauman. Es decir, todo es efímero: valores, principios que se creían inmutables, modelos familiares, aspiraciones vitales, ambiciones incluso. Todo se ha vuelto provisional. Todos estamos de paso, todos somos objetivo, todos vivimos en todo el mundo. La Policía sigue sus códigos, a su vez impuestos por las circunstancias objetivas que les llevan a pensar que si hay aglomeración hay peligro; si se profesan creencias o ideales, hay peligro. A ese rincón hemos llevado esta democracia y esta sociedad, al rincón de pensar, como se les decía a los niños. En una entrevista publicada en La Vanguardia, hace algunos años, Bauman dijo: "Estamos acostumbrados a un tiempo veloz, seguros de que las cosas no van a durar mucho, de que van a aparecer nuevas oportunidades que van a devaluar las existentes. Y sucede en todos los aspectos de la vida. Con los objetos materiales y con las relaciones con la gente. Y con la propia relación que tenemos con nosotros mismos, cómo nos evaluamos, qué imagen tenemos de nuestra persona, qué ambición permitimos que nos guíe".

Miércoles, 16 - En la calle de los comercios y la música

Ourense es de las pocas ciudades en las que cuando llueve puedes ir casi desde Valle Inclán a Doctor Fléming sin mojarte, enlazando las sucesivas galerías comerciales. Son, en algunos casos, catacumbas comerciales donde quedaron enterrados dineros e ilusiones, algunos provinientes de la emigración. La construcción de los 70 horadó edificios y puso escaparates en los túneles, una suerte de suburbano comercial, como las escaleras del Metro, en las que siempre hay músicos que esperan una oportunidad. Ilustres como Bob Dylan o Leonard Cohen fueron músicos callejeros hasta que su oportunidad y su calidad les puso a cubierto. Ojalá a las tiendas de las galerías comerciales de la ciudad les pase lo mismo, pero aún sigue habiendo mucho músico callejero que apenas gana para el bocata.

Jueves, 17 - Quedan muchas disculpas por oír

La huelga de la Justicia puso en jaque el sistema, pero sobre todo a sus principales actores. La Xunta quedó tocada, los funcionarios hartos y los sindicatos con la credibilidad muy justita, más bien escasita. Dijo el presidente del Tribunal de Superior de Xustiza de Galicia que se apilan 17.000 asuntos por resolver en la comunidad. A bulto parecen una barbaridad, aunque no hay razones para desconfiar de la palabra del señor Cadenas. De lo que sí debemos de desconfiar es de la cantidad de disculpas que nos quedan por escuchar los próximos meses: tal o cual asunto no sigue retrasado por culpa de la huelga de la justicia. La estulticia nunca prescribe.

Viernes, 18 - De nuevo con las tareas de limpieza

Otra vez el bolero de Los Panchos. Reloj no marques las horas, y cosas así. Ya de vuelta el buen tiempo, de nuevo el peligro de incendios. Los alcaldes dicen que es imposible tener todas las fincas limpias en plazo. Y aunque lo fuesen. ¿Alguien se cree que este verano va a ser diferente a los anteriores?

Sábado, 19 - Ya lo dijo César: ¿También tú, Bruto?

Como en la conspiración de Bruto contra César. Aquí también hay algo contra la consolidación de un evento en permanente adolescencia, como es el Festival de Cine. Disputas por el equipo directivo ponen en riesgo el evento, titulaba el periódico. "También tú, Bruto?" También aquí la indolencia municipal. 

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