El día escolar contra la violencia, iniciado en el año 1964, se celebró ayer en los centros educativos de la provincia. Palabras humanas, paraguas personalizados y sueltas de palomas centraron las actividades pacifistas.

Aprendiendo a vivir en paz

Fue en 1964 cuando el educador y pacifista mallorquín Llorenç Vidal puso en marcha una iniciativa pionera e independiente que pretendía depositar una semilla de tolerancia y respeto en el interior de los más jóvenes. De ese modo inició el camino una jornada que el Ministerio de Educación reconoció oficialmente en 1976 y que cada 30 de enero lleva a los niños hasta los patios de los colegios para proclamar un mensaje de paz. Es el Día Escolar de la No Violencia y se celebra cuando el asesinato de Mahatma Gandhi da una vuelta más al calendario.
Ahora, miles de colegios de todo el mundo conmemoran esta fecha y, por supuesto, Ourense no es una excepción. Centros educativos de toda la provincia llevaban días preparando sus herramientas para hacer de la paz una bandera que portar desde muy temprana edad. El Concello celebró el acto central en la plaza de San Martiño. Aunque la lluvia dio un respiro a los vecinos, los alumnos del CEIP Prácticas cogieron igualmente el paraguas, donde días antes estamparon sus personales mensajes de respeto y tolerancia. Los hicieron bailar al ritmo de la música de Emilio Rúa dentro de un acto organizado por el Seminario Galego de Educación para a Paz.

Mientras, una sola palabra cubría el patio del colegio Concepción Arenal con los estudiantes formando las tres letras protagonistas de la jornada. El patio también fue escenario elegido para los más pequeños de O Couto -que construyeron un rompecabezas sobre la lucha contra la violencia- y de Salesianos, que realizaron una suelta simbólica de palomas.

Aunque enmarcada en el ámbito escolar, los usuarios de Cruz Roja tampoco quisieron perderse la celebración y participaron en un taller de manualidades.

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