El Simeón acogió ‘Palabra en movemento’, una adaptación lírico-teatral de un poemario de Rosa Enríquez

Arte en vivo con acento valdeorrés

Espectáculo lírico-teatral ‘Palabra en movemento’, en el Centro Cultural de la Diputación.
Cuatro artistas valdeorreses y una fotógrafa viguesa presentaron ayer en el Centro Cultural de la Diputación una performance dramática titulada ‘Palabra en movemento’, arte en vivo y adaptación teatral del poemario ‘Vestíbulo de la devastación’, de la escritora y poeta Rosa Enríquez.
El Centro Cultural de la Diputación acogió ayer la representación de una performance dramática titulada ‘Palabra en movemento’.

El carácter multidisciplinario de la puesta en escena permitió que se congregaran bajo el mismo espacio y durante una sesión de 35 minutos, la poesía y la interpretación de Rosa Enríquez y Christian Escuredo, la fotografía y el videoarte de Andrea Costas y Víctor Nieves y la escultura e instalación de Iván Prieto.

Los cinco artistas se unieron con el fin de dramatizar el contenido del poemario ‘Vestíbulo de la devastación’, escrito por la ruesa Rosa Enríquez, quien con este espectáculo se inicia en el mundo actoral. La escritora aclaró que el principal objetivo de la performance fue ‘transcribir plásticamente y con la ayuda de la interpretación, la obsesión máxima de su poemario: la procura de la libertad y de la identidad’.

Enríquez aclaró también que en el espectáculo se reflejan ‘to das las obsesiones que figuran en el poemario, como el amor, la libertad y la asfixia emocional’.

Por último, la escritora aclaró que la idea del espectáculo surgió en una charla de café con el actor Christian Escuredo y con el periodista rues Marcos Sueiro, productor de la representación, y añadió que siempre tuvieron en cuenta ‘la participación de otros artistas de Valdeorras’, pues consideran que ‘en esta comarca tenemos grandes profesionales, con muchas cosas por decir’.

El actor Christian Escuredo manifestó por su parte su satisfacción ‘al poder ser parte de una representación lírica-teatral que goza de una gran libertad de creación’ añadiendo que ‘la performance es una buena muestra de que no se necesita una inversión económica muy costosa para crear un producto de calidad’.

El escultor barquense Iván Prieto fue el encargado de la escenografía, para lo que utilizó dos de sus personajes escultóricos de gran formato, una bailarina gigante y un hombre de baja estatura, los cuales colocó frente al escenario como espectadores, ‘con el fin de que los actores se conviertan en esculturas durante la representación’.

Por otro lado, el fotógrafo Vítor Nieves colaboró con el montaje proyectando un videoarte que apareció de forma simultánea con la representación. La viguesa Andrea Costas aportó su visión sobre la identidad rota con una proyección fotográfica que metió en apuros a las conciencias de Lucie y ‘O neno’, personajes principales de la puesta en escena.


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