Cuatro asaltos a empresas del polígono de Pereiro de Aguiar en un mes. El propietario de la última empresa asaltada, Cristalería Ramos, alerta de la falta de control policial y manifiesta la necesidad de plantearnos un incremento de la vigilancia privada.
El último asalto a una empresa del polígono empresarial de Pereiro de Aguiar ha encendido las alarmas entre los empresarios de esta zona, que manifiestan que la vigilancia policial es escasa, lo que ha propiciado que en un mes hayan sufrido robos hasta cuatro naves industriales. La última fue la Cristalería Ramos, en donde los ladrones entraron en la masdrugada del miércoles y se llevaron 14.190,53 euros en efectivo, varias herramientas, dos móviles y hasta lotería que tenían comprada los empleados de esta empresa. Su propietario, Francisco Javier Ramos, que fue quien interpuso una denuncia ante la Guardia Civil por estos hechos.
Según pudo saber este periódico, la situación que viven los empresarios de la zona es de total inseguridad. En el plazo de un mes fueron asaltadas, según la patronal, junto con la cristalería, otras tres empresas (Escayolas Ourense, Paitel y Eurometal, esta última también en esta misma semana).
Argumenta que la vigilancia de la Guardia Civil en la zona es escasa, por lo que señala que es el momento de que nos planteemos (en referencia a los empresarios) poder incrementar la vigilancia, en este caso, privada, servicio del que carece esta zona industrial, la de más reciente creación del entorno de la ciudad.
El asalto a la Cristalería Ramos se produjo, según indica su propietario y así hizo constar en la denuncia ante la Guardia Civil, entre las 20,30 horas del martes y las 05,00 horas del miércoles, momento en el que se abre el almacén para comenzar con los repartos. En el resto de empresas los robos se produjeron en el similares intervalos de tiempo, es decir, siempre de noche.
CONSECUENCIAS
Múltiples pérdidas sin cuantificar
Aunque la cantidad sustraída en la Cristalería Ramos fue considerable (más de 14.000 euros en efectivo y diversos objetos), su propietario advierte que el coste del asalto se incrementará sustancialmente cuando cuantifiquen todos los daños.
Los ladrones entraron a través de una cristalera, destrozándola, al igual que hicieron con una puerta que comunica el almacén con las oficinas. También dañaron por completo el sistema de alarma, reventaron la caja fuerte (de donde sustrajeron el dinero en efectivo, que la empresa tenía dispuesto para realizar varios pagos), la línea informática de la empresa y el servidor central de la misma. De hecho, el servidor (una especie de ordenador central que tienen la mayoría de empresas con servicios informatizados) lo utilizaron los asaltantes a modo de banqueta, según el propietario de la cristalería, para acceder al falso techo de la nave. Francisco Javier Ramos no se aventura a realizar una estimación del coste de los daños, aunque manifiesta que será muy superior a la cantidad sustraída durante el asalto, sin contar con las molestias que supone para la gestión diaria de la empresa.
Según pudo saber este periódico, la situación que viven los empresarios de la zona es de total inseguridad. En el plazo de un mes fueron asaltadas, según la patronal, junto con la cristalería, otras tres empresas (Escayolas Ourense, Paitel y Eurometal, esta última también en esta misma semana).
Argumenta que la vigilancia de la Guardia Civil en la zona es escasa, por lo que señala que es el momento de que nos planteemos (en referencia a los empresarios) poder incrementar la vigilancia, en este caso, privada, servicio del que carece esta zona industrial, la de más reciente creación del entorno de la ciudad.
El asalto a la Cristalería Ramos se produjo, según indica su propietario y así hizo constar en la denuncia ante la Guardia Civil, entre las 20,30 horas del martes y las 05,00 horas del miércoles, momento en el que se abre el almacén para comenzar con los repartos. En el resto de empresas los robos se produjeron en el similares intervalos de tiempo, es decir, siempre de noche.
CONSECUENCIAS
Múltiples pérdidas sin cuantificar
Aunque la cantidad sustraída en la Cristalería Ramos fue considerable (más de 14.000 euros en efectivo y diversos objetos), su propietario advierte que el coste del asalto se incrementará sustancialmente cuando cuantifiquen todos los daños.
Los ladrones entraron a través de una cristalera, destrozándola, al igual que hicieron con una puerta que comunica el almacén con las oficinas. También dañaron por completo el sistema de alarma, reventaron la caja fuerte (de donde sustrajeron el dinero en efectivo, que la empresa tenía dispuesto para realizar varios pagos), la línea informática de la empresa y el servidor central de la misma. De hecho, el servidor (una especie de ordenador central que tienen la mayoría de empresas con servicios informatizados) lo utilizaron los asaltantes a modo de banqueta, según el propietario de la cristalería, para acceder al falso techo de la nave. Francisco Javier Ramos no se aventura a realizar una estimación del coste de los daños, aunque manifiesta que será muy superior a la cantidad sustraída durante el asalto, sin contar con las molestias que supone para la gestión diaria de la empresa.
