Decenas de atracciones y centenares de asistentes, tantos que probablemente el parque de atracciones que es Pazolandia pueda autofinanciarse. Ayer abría sus puertas en el Paco Paz, abarrotado de ávidos de ocio
Lleno total en la primera sesión de Pazolandia, el parque de atracciones de Ourense que ha vuelto tras la Navidad para cumplir su edición número 22. El precio asequible de cuatro euros, como el año pasado, para acceder a los juegos y atracciones ha llevado a centenares de niños, jóvenes y adultos hasta el Paco Paz, para disfrutar de una amplísima oferta de posibilidades, incluida una actuación de Os Bolechas. Llegaron de la ciudad pero también de la provincia, que trasladará al Pazo dos Deportes a más de 4.000 pequeños, llevados desde todos los concellos.
La Diputación de Ourense, promotora de la iniciativa, prevé al final de todos estos días -el parque de atracciones se cierra el día 4 de enero- unas 30.000 personas.
Las novedades de esta cita, además de Os Bolechas, están en que los visitantes encontraron 8.000 metros cuadrados ocupados por más de un centenar de actividades lúdicas.
Ya en el exterior, antes de entrar, se puede disfrutar de las atracciones más voluminosas y pesadas, a las que este año se suman como novedad una noria y un dragón, mientras que en las dos canchas interiores se podrá ver un nuevo simulador de 3D, además de numerosos talleres que este año tendrán mejoras.
Además, unas 80 personas se ocupan de que todo funcione a la perfección, incluyendo un servicio médico para remediar cualquier eventualidad, teniendo en cuenta la gran aglomeración de personas que se ha producido.
Hay actuaciones exteriores e interiores, como las camas elásticas o el simulador 3D, una de las novedades, que generan largas colas, aunque al final todos consiguen disfrutar del juego o atracción que más le gusta.
Para los más pequeños, los juegos hinchables y los tiovivos fueron una delicia, junto al mundo de golosinas de los puestos instalados en el exterior del recinto, más concurrido que nunca.
