El incremento exponencial de contagios en Ourense, sobre todo en la ciudad, Ribadavia, Barbadás, Carballiño y O Barco, vuelve a poner contra las cuerdas a los servicios de Atención Primaria. En plena época estival, las vacaciones y la falta de personal de sustitución dejan plantillas más mermadas que de costumbre en los centros de salud, que ahora deben lidiar, no solo con los pacientes de sus compañeros, sino también con las consultas de positivos y contactos estrechos. “Cada contagio supone una carga extra: tenemos que contactar, dar instrucciones, hacer el seguimiento… Y todo eso va en detrimento del resto de nuestro trabajo”, explica Carlos Revuelta, jefe de servicio del centro de salud de O Barco.
El personal, además, llega a este verano tras año y medio de pandemia y tres olas, y recuperando toda aquella consulta (revisiones, pruebas) atrasada en los últimos meses. “Yo todavía no acabé de revisar todo lo que quedó sin hacerse entre mis pacientes”, asegura Celia Rodríguez, del centro de salud de A Valenzá. “A eso se suma que la consulta especializada tampoco está todavía al día, así que también lo estamos atendiendo nosotros”, añade.
La consulta presencial también ha ganado peso en los últimos meses (en muchas consultas los profesionales atienden ya más del 60% en persona), lo que hace que el ritmo de atención diario sea ya “casi” el mismo que antes del inicio de la pandemia. El resultado: sanitarios “saturadísimos” que ven cómo las citas no dejan de crecer. “Estamos pagando un altísimo costo, hay mucho estrés, enfermedades, bajas…”, resalta Revuelta. “Hay días que acabas y tienes la cabeza a mil por hora, no puedes desconectar”, apunta Rodríguez. La situación es similar entre los diferentes sanitarios, ya que también faltan auxiliares, enfermeros y administrativos. “Antes conseguíamos trampear, ahora con el covid, no es posible”, asegura la facultativa de A Valenzá.
Poca trazabilidad
Los contagios registrados durante la última semana tienen en común su poca trazabilidad, es decir, la dificultad de establecer los contactos estrechos, lo que impide cuarentenarlos y poner freno al avance de la enfermedad. “Es población muy joven, que interactúa mucho”, afirma Miguel Abad, médico de familia del centro de salud Nóvoa Santos. “Están con mucha gente, hoy en una terraza con un grupo, mañana en otro…”, explica Rodríguez. Aunque la mayoría de los contagiados son asintomáticos, provocan contagios entre sus familiares y en sus centros de trabajo. “Estamos dando de baja a mucha población activa porque son contactos estrechos, hay bares que han tenido que cerrar porque sus empleados son positivos”, advierte Abad.
Los facultativos indican a los pacientes infectados las instrucciones básicas de cómo actuar durante la cuarentena, pero las dudas surgen. “Como los centros de salud son muy accesibles, cuando no saben si acudir o no a vacunarse, si tienen que confinarse pese a estar inmunizados… te preguntan a ti”, señala Rodríguez.
Los sanitarios piden responsabilidad a los más jóvenes. “Muchos están de vacaciones y se reúnen con una falsa sensación de seguridad pero esto no está superado”, asegura Revuelta, que recalca la importancia de respetar las cuarentenas.
Las consultas por covid crecen en Urgencias: “Ya lo estamos notando”
El servicio de Urgencias del CHUO aprecia ya el incremento de consultas en el circuito covid-respiratorio, después de varias semanas de cierta tranquilidad. “Esta mañana (por ayer) tuvimos mucho trabajo, hubo en torno a una treintena de personas en este circuito. Es decir, doblamos la cantidad en menos de 24 horas”, apunta Francisco Aramburu, jefe del servicio. Del total de pacientes se confirmaron 11 positivos, de los que 3 tuvieron que ser ingresados. “Dos personas de 25 y 26 años y otra de 86. Además, hubo varios ingresos de personas sospechosas de covid, a la espera de un resultado definitivo”, señala.
El sanitario recuerda que los más jóvenes también son susceptibles de enfermarse, y recalca el riesgo de contagiarse, pese a estar ya vacunado. “No es un porcentaje muy alto, pero también hay casos, no nos olvidemos”, añade. De hecho, la edad de los ingresados ha caído notablemente respecto a las olas anteriores.
Más consultas que en 20219
Aramburu explica que la presión asistencial que soporta Urgencias ha aumentado notablemente, tanto que ya se encuentran en valores precovid, o incluso más. “Ahora mismo tenemos una media de 250 consultas diarias, es decir, más que en 2019”, apunta.
A estas se les suman las de tipo covid, que cree, seguirán en aumento. “Muchas de ellas podrían atenderse en Atención Primaria, pero también nos toca asumir parte de este problema”, añade.
