OURENSE

Hallan en el Miño el cadáver de la joven lusa desaparecida

photo_camera Efectivos sacando el cuerpo de la joven desaparecida del río Miño.

Proteción Civil localizó el cuerpo entre las zarzas a la altura de la Chavasqueira, al bajar el nivel del agua

Efectivos de Protección Civil de Ourense localizaron ayer el cadáver de una joven, con toda probabilidad la estudiante lusa Sandra Isabel Antunes Marques, de 21 años de edad, en la margen derecha del río Miño, a la altura de las pozas termales de A Chavasqueira. El hallazgo se produjo poco antes de la una del mediodía cuando los efectivos la estaban buscando, al igual que días anteriores (la joven desapareció el lunes tras cenar con una amiga) por el curso del río, ante la sospecha de que se hubiese arrojado al agua.

Los voluntarios, entre los que estaba el jefe de Protección Civil, Manuel Fernández, utilizaron una zodiac, con la que "descubrimos el cuerpo entre unas zarzas, a unos 100 metros de la sirenita. Ya la buscamos en esa zona, pero en días anteriores el nivel del agua era mucho más alto y cubría el cuerpo", explicó Fernández, recalcando que ayer descendió el nivel del agua y el cadáver quedó al descubierto.

Al lugar acudieron los bomberos, Policía Local y la Policía Científica, que realizó una inspección ocular de la zona. La joven estaba vestida con pantalones vaqueros y un jersey oscuro y, aparentemente, según fuentes policiales, no presentaba signos de violencia.

El cadáver fue traslado al Complexo Hospitalario de Ourense para que se le efectuase la autopsia.

Desde la Comisaría y el Consulado portugués se alertaba a sus padres en Castelo Branco (Portugal) -aunque estuvieron la pasada semana en Ourense, de donde partieron el sábado-, instándoles a regresar nuevamente a la ciudad de As Burgas para identificar el cuerpo y certificar que es el de su hija. Su madre, María de Lourdes Marques, lloraba ayer desconsolada en el domicilio familiar en ese núcleo portugués, negándose todavía a asumir que lo más probable es que el cadáver hallado en el río sea el de su hija.

Mientras, la Policía Nacional, que había intervenido su teléfono móvil y el ordenador y revisó los textos y contactos que mantuvo la joven para estudiar la situación en que se encontraba, trata de determinar las causas de su muerte.

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