Los asegurados priman la tranquilidad que ofrecen estas pólizas sobre el desembolso económico
El acondicionamiento del cadáver, la estancia en el tanatorio, el féretro, las flores, el traslado al cementerio, el personal de asistencia, la esquela, la inhumación o cremación y los trámites relacionados con el fallecimiento, como la repatriación o la pensión de viudedad. La suma de todo esto no es barata. En la provincia de Ourense, el precio medio de todo lo básico que conlleva un funeral ronda en torno a los 3.000 euros, que pagados al contado supone un gran desembolso para la mayoría de los bolsillos. Esta es la razón de ser de los llamados seguros de decesos, entendido como aquel que cubre los gastos del sepelio.
En 2014, los asegurados ascendían a 132.436; es decir, un 41,5% del censo total de la provincia, siguiendo con la tendencia de los últimos años, según la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa). En total, estos ourensanos suponen el 0,63% de todos los asegurados en España.
Las cifras revelan que siguen siendo muchos los ourensanos que optan por pagar durante años una póliza de este tipo, aunque en muchos casos resulte mucho más caro que el abono al contado. Argimiro Soto, de 62 años, recuerda que "cuando era un niño mis padres ya pagaban el seguro". Y él continúa cotizando para que "en el momento que llegue mi hora, la de mi esposa o la de mis hijos, no pensar en todo el revuelo que supone un funeral".
El auge de la contratación de las pólizas de defunción tuvo su auge en la posguerra y, desde entonces, "se ha convertido en un seguro no obligatorio por la ley, pero sí por iniciativa propia", incluso en época de crisis económica. "Es más rentable esto que jugar a la lotería, porque la muerte nos toca a todos y así lo dejas solucionado el funeral", dice Maite Lorenzo, "que cuando llega el momento, lo que menos te apetece es escoger un féretro o decidir el color y el tipo de flores", añade.
Y es que según la patronal de las aseguradoras españolas, el seguro de decesos es el que tiene mayor capilaridad y penetración de todos los que se venden, después del de automóviles. El perfil prototipo de asegurado no existe, aunque "cuando más se avanza en edad, es más usual que se solicite información sobre estas pólizas", explica Sofía Vieira, de Mapfre. Personas jóvenes que han sufrido la pérdida de un ser cercano también son clientes potenciales, añade Vieira.
La prima varía según la edad
La prima de un seguro viene determinada por diversos factores, aunque es uno el más determinante: la edad del asegurado; es decir, cuanto mayor es la edad, mayor es el riesgo de fallecimiento, por tanto, la prima suele ser más alta. Por esta razón, y por otras como los años que el asegurado ya haya pagado, las cuotas son muy variadas. Con todo, la mensualidad ronda los 15 euros para una persona de 50 años que comienza a cotizar.
En cuanto a los costes del servicio, la cobertura contratada del seguro debe ser suficiente para atender estos importes y las aseguradoras suelen ajustar sus primas si se encarecen los costes.
Desde la aseguradora Santa Lucía, Evaristo Durán explica las tipologías del seguro: la prima nivelada -disminuye de forma que el asegurado paga más al contratar el seguro, pero se reduce la cuota al cabo de los años- y la anual renovable -que aumenta con el tiempo y los costes del servicio prestado se encarecen-.
