POR OURENSE

Las castañas estallan por los cuatro puntos cardinales de la provincia

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photo_camera Asistentes al magosto de la Praza de Otero Pedrayo, en Viloira-O Barco.

Miles de personas de varias comarcas se suman a la tradición con festejos al aire libre o en locales cerrados

Si antes de que diesen las cero horas de ayer 11 de noviembre eran pocas las castañas que quedaban en las bodegas y verduleros de las viviendas de la provincia por el mal año registrado, desde ayer y tras el ingente número de hogueras repartidas por todos y cada uno de los puntos de la geografía ourensana -aunque alguno de ellos, como el de Verín, se reservarán para el próximo fin de semana- son muchísimas menos las unidades ya disponibles. Ribadavia, Celanova, Maceda, Muíños, Lobeira, Vilardevós u Oímbra se sumaron a la capital, que celebró su día grande con varios e incandescentes puntos. En la villa ribadaviense, fue la plaza de la Picusa la elegida para la celebración de su magosto, que arrancó pasadas las ocho de la tarde y hasta bien entrada la madrugada de hoy.

Celanova eligió como escenario el teleclub de su vecina Vilanova dos infantes, donde además de las castañas, los bollos preñados completaron el menú.

La charanga Trives se encargó, como otras tantas, en amenizar la fiesta en Muíños, localidad en la que su pabellón registró un lleno absoluto.

En O Barco, los vecinos que acudieron a la Praza de Otero Pedrayo, en Viloira, degustaron 1.000 kilos de castañas. Organizado por el Concello, el programa también incluyó un "correfoc" de la Associació Cultural Ball d'Enveja, de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

A su vez, diversos obradoiros infantiles abrieron las actividades del magosto trivés, evento que fue aprovechado para entregar a Raquel Pérez el premio del certamen de microrrelatos, por su obra "Memorias". No lejos del Concello trivés, en San Xoán de Río, la fiesta que organizó la asociación cultural Ríomola.

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