Alertan de que si se deja caer ocasionaría un grave daño que consideran crucial para Ourense
Como un auto de fe para la salvación de su alma. La Cámara de Comercio y sus problemas lograron reunir a algo más de 80 empresarios ayer tarde en el Liceo para intentar un apoyo que se quedó en lo formal y más en el asentimiento que en el aplauso enfervorecido. Si había dudas sobre la delicada situación de la entidad se disiparon en las sucesivas intervenciones. La primera, la del presidente actual, Juan Carlos Parada que definió el momento como de "travesía muy complicada, que tiene un final".
El acto de ayer tenía la pretensión de que las entidades empresariales apoyasen la pervivencia de la Cámara y, efectivamente, integrantes y expresidentes de la entidad acudieron, como lo hicieron los de la CEO. "No somos generosos", espetó Parada al auditorio, recordándoles que los empresarios están más a lo suyo que para salvar el bien común.
Manuel Martínez Rapela, que fue presidente de la Confederación Empresarial, se encargó de gestionar la convocatoria, también de llevar el hilo conductor del acto. Se recreó en los déficits de la provincia, sobre todo en las inversiones, pero también ponderó que las empresas ourensanas "tienen el índice mayor de productividad de Galicia". Pidió "no dejar caer la Cámara por inanición o indiferencia", sin descartar que otros colectivos empresariales pueden estar en el mismo trance en poco tiempo.
Manuel Sánchez Aguirre, en su día presidente de la Cámara, recordó épocas mejores de este organismo, capaz entre otras cosas de poner en marcha Expourense, "el recinto que más actividad tiene de toda Galicia".
Los turnos de palabra concluyeron con Francisco Rodríguez, expresidente de la CEO, quien reconoció que "hay mucha desinformación" sobre la importancia de la Cámara , reconociendo que durante un tiempo muchos empresarios (él entre ellos) sostenían que la institución "no servía para nada o para pagar una cuota obligatoria y excesiva". Reconoce hoy su error de entonces y pidió apoyo para la entidad, como también pidió recuperar el papel de conciencia social de las organizaciones empresariales.
En el coloquio que siguió a las alocuciones hubo tres intervenciones. Celso Delgado, candidato a diputado por el PP y antiguo secretario de la Cámara que defendió su pervivencia porque sino "Ourense perdería parte de su ser". El presidente de los comerciantes Aurelio Gómez Villar pidió implicación de las administraciones; José Manuel Pérez Canal (presidente de la CEO) abogó por seguir cooperando con la Cámara y Antonio Moure (presidente de la CEG) propuso sacar adelante el convenio de colaboracón.
