La plantilla se ha reducido en Ourense un 25% desde 2010, mientras que en el conjunto de las ciudades la caída es de un 5,8%
El horizonte que se atisba para los distintos cuerpos de la Policía Local por el real decreto que permitiría que los profesionales se acogiesen a la jubilación a partir de los 59 años, que supondrá una merma sustancial de las plantillas en los próximos meses, se convertirá en un nuevo episodio de los problemas que se atisban desde el inicio de la década en el conjunto de Galicia. Y es la ciudad de Ourense donde la tendencia adquiere tintes más preocupante.
En la comparativa entre las siete grandes ciudades de la Comunidad, la ciudad de As Burgas es la que sufre el mayor déficit de agentes, según se desprende de los datos recopilados por la Consellería de Vicepresidencia, Administracións Públicas e Xustiza, que desvela que la plantilla ourensana se ha reducido desde el inicio de la presente década en un 25%, pasando de 148 profesionales a solo 111, lo que supone que están vacantes una de cada cuatro plazas que fija la Relación de Puestos de Trabajo del Concello de Ourense.
Ese desplome choca con la dinámica que muestra el conjunto de los grandes concellos, que conjuntamente pasaron de 1.376 a 1.296, lo que supone una bajada de algo más del 5,8%.
Diferencias
Son dos grandes concellos, Ourense y Santiago, los que presentan un mayor problema desde 2010. La capital de Galicia es la única que muestra una tendencia similar a la ourensana, al haber perdido cerca de un 18% de su cuerpo policial, contando en estos momentos con 134 agentes. No obstante, el déficit respecto al total de plazas de las que puede disponer es menor que en Ourense, al estar pendientes de ocupar un 14% de la plantilla total.
Analizando el resto de urbes, también han adelgazado en los últimos años, coincidiendo con la crisis y los problemas para contratar, los cuerpos de Lugo (un 7,97%) y Vigo (2,95%).
Mientras, los consistorios de Pontevedra, Ferrol y A Coruña son los que mejor han resistido esta etapa, llegando incluso a aumentar sus efectivos en la Policía Local. La ciudad del Lérez ha experimentado un crecimiento del 3,8%, la ferrolana un 2,17% y la herculina un 0,56%.
Preocupante
Aunque en unos meses se incorporarán 11 nuevos agentes a la plantilla de la ciudad, la falta de presupuestos impide dotar nuevas plazas mediante una oferta de empleo. La posibilidad de que 25 policías puedan acogerse a la jubilación anticipada hasta 2020 amenaza la funcionalidad del cuerpo ourensano.
La plantilla provincial resiste, aunque en menos municipios
Desde 2010, según los datos recopilados por la Consellería de Vicepresidencia en las memorias anuales sobre el cuerpo en la Comunidad, la provincia ourensana ha visto cómo, empujado por lo sucedido en el Concello de Ourense pero también por la crisis demográfrica en el resto del territorio, la plantilla de policías locales se ha reducido un 14,91%, el desplome más elevado de Galicia.
Como en otras cuestiones, es Lugo la que sigue la estela ourensana, con una caída de cerca del 9%, un porcentaje que se reduce a algo menos del 3% en las dos provincias atlánticas.
Cuando la crisis económica se hacía evidente, los datos aportados por la Xunta arrojan que la Policía Local tenía desplegados en 15 concellos un total de 248 agentes, lo que permitía llegar a más de 204.300 habitantes,
En la actualidad, la situación ha mudado, contando el conjunto de la provincia con apenas 211 policías locales, que están presentes en 13 de concellos donde tienen fijada su residencia 196.700 personas.
Dejando al margen la preocupante situación de la ciudad, la plantilla de la Policía Local a nivel provincial apenas ha sufrido variaciones, pasando de 101 a 100 efectivos, aunque estos repartidos en dos concellos menos, al quedarse sin servicio A Veiga y Vilamartín de Valdeorras.
Villas como Carballiño, Verín o Xinzo han visto mermada la presencia policial, mientras que la plantilla ha aumentado en concellos como Barbadás (de tres a seis efectivos), O Barco (de 14 a 15) o Allariz (de 3 a 5). Ribadavia y Celanova mantienen sus agentes.
No obstante, el nuevo real decreto sobre las prejubilaciones permitiría a 16 de los 100 agentes retirarse, con lo que los concellos están alerta con lo que pueda suceder en el futuro.
