Los economistas detectan más cautela en Ourense a la hora de consumir

La clave, eficiencia en la gestión de los gastos

Una pareja de mayores toma un refresco en la terraza de un bar. (Foto: JOSÉ PAZ)
'Con menos ingresos, hay una mayor eficiencia a la hora de gestionar los gastos del hogar'. Así explica el economista Víctor Montes los resultados que ofrece esta encuesta por Ourense, aclarando el aspecto aparentemente contradictorio de que, aunque los ourensanos tienen menos recursos, declaran más comodidad para llegar a fin de mes. Es, en todo caso, una apreciación subjetiva, pero en Ourense respaldada por un dato objetivo de un menor nivel de gasto.
Así, Montes destaca que uno de los principales elementos de la cuenta de gasto familiar es el pago de la vivienda, pero en Ourense son menos los hogares que están hipotecados o alquilados y, entre los que lo están, es menor el importe que dedican a ello. En todo caso, cabe diferenciar la situación de la ciudad y su entorno (que supone un 40% de la población provincial), con niveles similares al resto de Galicia, mientras que en las zonas rurales es mayor el peso de la vivienda en propiedad.

Montes subraya, asimismo, que más de la mitad de los ourensanos consideran haber ahorrado notablemente en alimentación en la etapa estudiada. Y, en lo que respecta a otros gastos de hogar, los ourensanos muestran una 'pauta más ahorradora' que el resto de gallegos, probablemente relacionada con una mayor edad media de la población. Por ejemplo, consumen menos en luz (que cuesta lo mismo en todos los lugares). También son menos los que tienen consumos como el de telefonía móvil y, si lo tienen, son más moderados en el gasto.

El economista considera también que los datos del estudio (correspondientes a los años 2008 y 2009) pueden haber variado en 2010. Así, en los primeros ejercicios de crisis se frenó la subida de precios y la del Euríbor y existían medidas de apoyo a las familias (o se pusieron en marcha otras, como la ampliación de la prestación por paro a quienes lo agotasen). No obstante, en 2010 subieron los precios notablemente, se redujeron las medidas de apoyo e incluso subieron los impuestos (como el IVA), lo que redujo notablemente el ahorro de las familias y endureció las condiciones para afrontar los gastos.

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