Mientras la mayoría de los centros concertados y católicos de Ourense lo prohíbe en las aulas, y los institutos de Xinzo lo permiten, el Otero Pedrayo de la ciudad es de los pocos con directrices sobre su uso

Los colegios públicos se muestran 'tolerantes' con el uso del velo islámico

Una joven musulmana, vecina de la ciudad, con el hiyab. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Como en el resto de España, al no existir unas directrices estatales establecidas, el uso del velo islámico (hiyab) en los institutos y colegios de la provincia se regula a través de los propios reglamentos internos de los centros, aprobados por los consejos escolares (formado por padres, alumnos y profesores).
Sin embargo, en Ourense esta vestimenta no ha creado polémica como en otras ciudades. De hecho, según datos de la Consellería de Educación, durante el último año en la provincia no se ha registrado ningún incidente provocado por el uso del velo, y mucho menos se ha abierto un expediente ante la Inspección provincial de Educación.

En la ciudad, uno de los pocos centros que tienen regulado el uso del velo es el IES Otero Pedrayo, entidad que en promedio acoge a una media de dos jóvenes musulmanas por curso. En palabras del director del centro, Luis Fernández, en el colegio existe una ordenanza que regula aspectos básicos de vestimenta, 'que aunque no se concreta en la prohibición o no del velo islámico, sí prohibe cualquier prenda en la cabeza como gorras, visceras o pañuelos'. Fernández asegura también que los docentes apelan 'al respeto' y utilizan unas normas tácitas para apercibir a los alumnos que sobrepasan los límites. En el caso del IES de As Lagoas, el director Afonso Vázquez Monxardín asegura que nunca se ha planteado esta problemática, pues aunque en la actualidad una chica del SÁhara cursa estudios en el centro, su posición religiosa es laica.

La opinión del director del Colegio Salesianos de la ciudad, Lupicinio Peña, es distinta pues asegura tajantemente que 'no debemos olvidar que el velo islámico es una demostración del sometimiento de la mujer en la sociedad'. En el caso, de los colegios de Xinzo (Ciudad de Antioquía y Lagoa de Antela), localidad donde la comunidad musulmana supera las 600 personas, el uso del velo está permitido sin ningún problema ni restricciones.

Con velo, menos oportunidades para el trabajo

'La mujer debe cubrir su cuerpo y sus encantos ante un extraño, dejando a la vista sólo sus manos y su cara, y no por el hecho de que se lo imponga el esposo o el padre de familia, sino porque así lo marca la religión y El Corán'. Con estas palabras, el presidente de la Asociación Afrolatina de la ciudad, Mohamed-Salem Said, defiende la legalidad del uso del velo tanto en la vida pública como privada. Concuerda, además, con el hecho de que la prenda 'no causa conflictos en los colegios', aunque desvela que el problema de las mujeres musulmanes, tanto de corta como de mediana edad, se centra en el ámbito laboral, y es que 'en muchos establecimientos les piden que no usen el velo para contratarlos, un trato discriminatorio'. Asegura, además, que la polémica ha surgido en España 'como una especie de guerra fría entre las religiones y los sectores más conservadores y liberales de la sociedad'.

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