Los empresarios cuestionan el coste de la superficie que ofrece la Xunta, lo que encarece la instalación de nuevas empresas

Comprar suelo industrial requiere un gasto medio de 224.000 euros

La última fase construida en el Parque Empresarial de Pereiro de Aguiar está prácticamente vacía.  (Foto: MARCOS ATRIO)
Adquirir suelo industrial en la provincia requiere un desembolso medio de 190.000 euros, más un 18% de IVA (34.200 euros), lo que deja la inversión empresarial inicial, sólo en terreno, en una media de 224.200 euros.
Son datos calculados a partir de la oferta de suelo industrial que la Xunta tiene en la provincia. El Intituto Galego de Vivenda e Solo ofrece un total de 95 parcelas en ocho parques empresariales ourensanos, a un precio medio de 68,40 euros el metro cuadrado (a los que hay que sumar 12,30 de IVA). El importe más caro de la oferta pendiente de comercializar es el de Pereiro de Aguiar, que se encuentra a 80 euros (sin el citado impuesto), aunque en la mayoría de polígonos (en la Central del Transporte, O Barco, Vilamarín, Carballiño, Ribadavia o Xinzo) se sitúa entre los 65 y 70 (más IVA). Sólo hay posibilidad de encontrar terreno más económico en una parcela que queda sin vender en la primera fase del parque empresarial de Carballiño y en dos terrenos en Celanova, a 39 euros por metro cuadrado (siempre sin IVA).

En total, la oferta de la Xunta en la provincia es de 252.615 metros cuadrados, que se comercializan por un importe total de 17.270.000 euros, sin impuestos.


'NO ES EL MOMENTO'

No obstante, casi desde el inicio de la crisis económica, la venta de suelo empresarial en la provincia está prácticamente paralizada. 'No es el momento para comprar. La situación no es propicia para acometer proyectos de ampliación de la capacidad industrial que conlleva la adquisición de suelo', señala el presidente de la Cámara de Comercio de Ourense, Celso Barbosa, quien apunta que la mayoría de empresas se centran en su día a día.

No obstante, los empresarios tampoco están satisfechos con la oferta de suelo que hay en la provincia, pues consideran 'que es poco competitiva por precio y por infraestructuras', según señala Barbosa. Así, pone como ejemplo el caso de Valdeorras, cuyos empresarios han transmitido en numerosas ocasiones su queja por el precio del suelo, que está provocando la marcha de empresas a Ponferrada, donde encuentran terreno más económico. También el norte de Portugal cuenta con suelo en condiciones más favorables.

Barbosa sostiene también que sería necesario que los polígonos industriales contasen con mejores dotaciones de servicios, en particular de nuevas tecnologías de informática. Igualmente, opina que la administración debería facilitar los trámites de construcción y eliminar trabas sobre licencias.

Si bien gran parte de los empresarios no tiene intención de comprar, tampoco dispondría de crédito para hacerlo. 'La financiación es casi nula. Los empresarios comentan continuamente que se encuentran muchas dificultades en los bancos' señala, demandando una solución a los problemas de este sector.

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