La premura de plazos obligó al PP a renunciar a un sistema de vigilancia y mejora de vías en Seixalbo, sujetas a subvención
El gobierno municipal de la ciudad quiso exhibir ayer actividad en materia de obras y, por ello, anunció, a pie de de zanja en la calle Angel Barja la adjudicación de infraestructuras (casi todas viarias) por valor de 1,4 millones de euros, que antes había aprobado en junta de gobierno. Entre ellas figura la aprobación del inicio del expediente para la contratación del proyecto de urbanización de la totalidad de la calle Concejo. En este caso concreto, la obra costará finalmente 766.124 euros pero todavía "se verá culminada durante el 2016", apuntó el alcalde, Jesús Vázquez. Pero ocurre que la partida presupuestaria para este fin es finalista; es decir, remata con el 31 de diciembre sólo unos días después de que se haya iniciado la obra, que tiene un plazo de ejecución de seis meses. Eso significa, y así lo confirmó después el gobierno local, que habrá que buscar una fórmula jurídica para dar continuidad a la obra el año próximo, algo que ya busca el gobierno mientras agiliza estos trámites previos.
En esa sesión también fue aprobado el inicio del expediente de contratación de la pasarela peatonal sobre el río Barbaña, que dispondrá de 106.533 euros para acometer las obras precisas. Es el mismo caso que el anterior, a igual que la renovación del firme en la praza de Eiroás y en la rúa do Pazo ((126.681 euros) y la red de saneamiento a Besada, en Santa Mariña, por 128.000 euros.
Asimismo, la junta de gobierno local adjudicó el proyecto de interconexión del saneamiento de la calle Rabaza y del núcleo de Os Viros y Soutosanín, cuyas obras alcanzarán los 112.023 euros, junto con el proyecto de mejora de infraestructuras urbanas y humanización de la calle Murga, que suma 102.366 euros; ambas obras podrán realizarse sin límites de plazoa.
Pero los problemas de bloqueo o atascos de obras con partidas finalistas o plazos estrictos por subvenciones de otras administraciones también se reflejó en los acuerdos de la junta de gobierno de ayer. El PP había culpado al anterior gobierno socialista de demorar los trámites previos por falta de gestión; y el hecho es que tuvo que renunciar, reconoció ayer el alcalde, a la instalación eléctrica de baja tensión para videovigilancia en el polígono industrial de Seixalbo. En este caso, se renunció al expediente de contratación (la obra tendría que estar terminada a 31 de este mes y no da tiempo) y se va a iniciar otro por procedimiento abierto. Igualmente, se renunció al expediente de la mejora de infraestructuras viarias en el mismo polígono, una obra de 149.531 euros. El gobierno local hará ahora una memoria de 50.000 euros más Iva y hacer una contratación directa para justificar al menos esa cuantía en la subvención.
Respecto a estos últimos puntos, el portavoz socialista, Vázquez Barquero, que ofreció una rueda de prensa para demandar de nuevo la comisión municipal de seguimiento del AVE, criticó la decisión del PP de renunciar a esas obras y de "poner en riesgo" la subvención de más de 200.000 euros, el 80% del total, y el futuro del proyecto. "Si se acaba haciendo, tendrá que ser financiado por el Concello" porque, apuntó Barquero, "para recibir los fondos, tiene que estar finalizada y remitida la información a la Xunta antes de 2016", y el tiempo juega en su contra.
