El Campus universitario de Ourense amaneció el sábado, tras los conciertos del FAX, sembrado de basura y así permaneció durante todo el día. Los servicios de limpieza recogieron 6.000 kilos de residuos, pero sólo dentro del recinto vallado.
Papeleras rebosantes de basura, botellas, vasos de plástico, papeles y bolsas rodando por el césped dibujaban ayer un desagradable paisaje en el Campus universitario de Ourense, donde la noche anterior se habían desarrollado los conciertos del Festival Alternativo da Xuventude. A última hora de la tarde, cuando los grupos ensayaban para la segunda jornada de música, todo continuaba igual.
Los conciertos comenzaron a las nueve de la noche del viernes y, horas después, los asistentes habían dejado 6.000 kilos de basura, parte de ella en los contenedores, y la demás esparcida por el suelo, dentro y fuera del recinto musical, según los datos que maneja la empresa de recogida. Los operarios de la limpieza, una vez recogidos los contenedores del casco urbano, realizaron una limpieza en el recinto vallado para los conciertos, pero los alrededores quedaron sembrados de desperdicios sin que, por lo visto, la organización planease su retirada.
Los conciertos comenzaron a las nueve de la noche del viernes y, horas después, los asistentes habían dejado 6.000 kilos de basura, parte de ella en los contenedores, y la demás esparcida por el suelo, dentro y fuera del recinto musical, según los datos que maneja la empresa de recogida. Los operarios de la limpieza, una vez recogidos los contenedores del casco urbano, realizaron una limpieza en el recinto vallado para los conciertos, pero los alrededores quedaron sembrados de desperdicios sin que, por lo visto, la organización planease su retirada.
