Las banderas española y gallega izadas en sendos mástiles en el Concello de Pontedeva, quedaron reducidas a cenizas. Las dos insignias ardieron después de que unos desconocidos arrastraran un contenedor de basura hacia el inmueble y plantaran fuego a los residuos.
El grupo de gobierno de Pontedeva, que preside el popular Juan Carlos González, gestionaba en la mañana la compra de las banderas gallega y española para izarlas en sus respectivos mástiles en el balcón del primer piso de la Casa Consistorial.
Las dos insignias quedaron convertidas en cenizas en la madrugada del sábado después de que unos desconocidos arrastraran un contenedor de basura hacia la fachada del edificio y prendieran fuego a los residuos. La llama alcanzó a las dos banderas y ardieron, explicó el regidor.
Los autores arrojaron una bolsa de basura hacia el primer piso y también arrancaron varias letras de la palabra Concello, que estaban sujetas a la fachada de piedra.
Los hechos, según Juan Carlos González, no son por motivos o reivindicaciones políticas, es más bien un acto vandálico de una pandilla de jóvenes que, con los datos que tenemos, ni tan siquiera son del municipio, señaló.
Los funcionarios se encontraron en la mañana del sábado con las dos banderas quemadas y el contenedor totalmente carbonizado, además de restos de basura esparcidos por una terraza que se forma en el primer piso. El regidor denunció los hechos y la Guardia Civil abrió una investigación y los agentes realizaron una inspección ocular en la Praza do Concello para buscar huellas de los autores.
Las dos insignias quedaron convertidas en cenizas en la madrugada del sábado después de que unos desconocidos arrastraran un contenedor de basura hacia la fachada del edificio y prendieran fuego a los residuos. La llama alcanzó a las dos banderas y ardieron, explicó el regidor.
Los autores arrojaron una bolsa de basura hacia el primer piso y también arrancaron varias letras de la palabra Concello, que estaban sujetas a la fachada de piedra.
Los hechos, según Juan Carlos González, no son por motivos o reivindicaciones políticas, es más bien un acto vandálico de una pandilla de jóvenes que, con los datos que tenemos, ni tan siquiera son del municipio, señaló.
Los funcionarios se encontraron en la mañana del sábado con las dos banderas quemadas y el contenedor totalmente carbonizado, además de restos de basura esparcidos por una terraza que se forma en el primer piso. El regidor denunció los hechos y la Guardia Civil abrió una investigación y los agentes realizaron una inspección ocular en la Praza do Concello para buscar huellas de los autores.
