Pese a la desaceleración y a los malos augurios económicos, El Corte Inglés ya presentó en agosto pasado una solicitud de licencia comercial en la Finca Santamarina ante la Consellería de Innovación, un trámite obligado para las grandes superficies. La decisión de la Xunta determinará el tipo de implantación en Ourense.
El acuerdo con la promotora urbanística Flager, propietaria mayoritaria del área de reparto que engloba las fincas Santamarina, Casar y Miramón, en Mariñamansa, ya está cerrado, por lo que el paso siguiente a dar es conseguir la licencia comercial por parte de la Consellería de Innovación, que delimitará el alcance de la superficie comercial que El Corte Inglés proyecta en esta parte de la ciudad.
La firma que preside el empresario Isidoro Alvarez ya presentó el pasado 13 de agosto en la sede de la Consellería, en Santiago, la solicitud pertinente, según declaró la propia Flager, que aguarda por las condiciones que impondrá Innovación para decidir el tipo de área comercial que se implantará en Mariñamansa. Ese permiso, en el que tanto El Corte Inglés como Flager confían, establecerá la superficie útil comercial (espacios de venta directa, excepto la zona de aparcamientos) que debe tener el hipermercado, en función del comercio ya establecido y de la proximidad de otras áreas comerciales, en este caso Eroski, Carrefour y Ponte Vella. Incluso el tipo de establecimiento, unos grandes almacenes propiamente dichos o Hipercor, dependerá también de lo que decida Innovación.
No hay que olvidar que el departamento autonómico rebajó las pretensiones del centro comercial de Eroski en A Farixa en un 40% en el año 2003. Entonces, la Xunta impuso un hipermercado de 8.000 metros cuadrados (Carrefour tiene más de 9.000) un área comercial con tiendas un 20% más reducida de lo que proponía la empresa, en beneficio de espacios de ocio.
La Consellería resolverá con los informes del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Comisión consultiva de Equipamentos Comerciais, que deberán examinar el tipo de proyecto que pretende la empresa en Ourense.
Informes
También el Concello deberá aportar sus alegaciones, aunque desde Urbanismo se ha asegurado que no se conocen aún los detalles del centro comercial que pretende El Corte Inglés. Eso sí, de obtener el permiso de Innovación y, posteriormente, la licencia de obra por parte del Consistorio, la construcción del centro comercial será la primera intervención en esta área de reparto, simultánea incluso a la urbanización de los terrenos -que también será notable en el tiempo porque se incluye un vial subterráneo hasta la avenida de Zamora, bordeando el espacio sanitario- porque Flager pretende apurar todos los trámites para iniciar las obras en el primer trimestre de 2009. La construcción de viviendas o incluso el hotel del grupo Hesperia, que también proyecta la inmobiliaria, son ahora objetivos secundarios dada la crisis económica.
El visto bueno de la Xunta, o una resolución al respecto, deberá producirse en un plazo máximo de seis meses desde la presentación de la solicitud.
Eroski, por cierto, apura también la tramitación de su centro comercial, que promueve desde 2002 pero para el que aún no ha conseguido iniciar las obras previas de urbanización, ante las intenciones de El Corte Inglés. El actual bipartito en el Concello agilizó los pasos de Eroski tras el bloqueo a que se vio sometida en la última etapa del PP.
Venta de pisos
Sea cual sea la decisión final de El Corte Inglés, el caso es que su instalación ya ha creado expectación en la ciudad, especialmente en la zona de Mariñamansa. Tanto que hay promotores de viviendas próximas que intentan atraer clientes poniendo sobre la mesa, en anuncios publicitarios y en las entrevistas personales con los compradores, el plus añadido de que los pisos están cerca del futuro Corte Inglés.
De construirse, será la segunda instalación de esta empresa en la ciudad, tras la apertura de la cadena de ropa Sfera, que se ubica en la céntrica calle del Paseo y con la que el poderoso grupo económico pretende hacer competencia a Zara. Otro proyecto de la división de hipermercados del grupo, Supercor, se frustró en la ciudad por diferencias con propietarios del edificio en el que se iba a ubicar a propósito de los accesos al aparcamiento por la calle Samuel Eiján. Este establecimiento se proyectaba en el antiguo cine Avenida, en la calle Curros Enríquez. Según los planes de expansión de los grandes almacenes, el objetivo es abrirlos en ciudades medias, como ya ha hecho en Jaén, Guadalajara o Elche; mientras que centros Hipercor están proyectados ya firmemente en lugares como Algeciras o Ademuz (interior de la provincia de Valencia).
La firma que preside el empresario Isidoro Alvarez ya presentó el pasado 13 de agosto en la sede de la Consellería, en Santiago, la solicitud pertinente, según declaró la propia Flager, que aguarda por las condiciones que impondrá Innovación para decidir el tipo de área comercial que se implantará en Mariñamansa. Ese permiso, en el que tanto El Corte Inglés como Flager confían, establecerá la superficie útil comercial (espacios de venta directa, excepto la zona de aparcamientos) que debe tener el hipermercado, en función del comercio ya establecido y de la proximidad de otras áreas comerciales, en este caso Eroski, Carrefour y Ponte Vella. Incluso el tipo de establecimiento, unos grandes almacenes propiamente dichos o Hipercor, dependerá también de lo que decida Innovación.
No hay que olvidar que el departamento autonómico rebajó las pretensiones del centro comercial de Eroski en A Farixa en un 40% en el año 2003. Entonces, la Xunta impuso un hipermercado de 8.000 metros cuadrados (Carrefour tiene más de 9.000) un área comercial con tiendas un 20% más reducida de lo que proponía la empresa, en beneficio de espacios de ocio.
La Consellería resolverá con los informes del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Comisión consultiva de Equipamentos Comerciais, que deberán examinar el tipo de proyecto que pretende la empresa en Ourense.
Informes
También el Concello deberá aportar sus alegaciones, aunque desde Urbanismo se ha asegurado que no se conocen aún los detalles del centro comercial que pretende El Corte Inglés. Eso sí, de obtener el permiso de Innovación y, posteriormente, la licencia de obra por parte del Consistorio, la construcción del centro comercial será la primera intervención en esta área de reparto, simultánea incluso a la urbanización de los terrenos -que también será notable en el tiempo porque se incluye un vial subterráneo hasta la avenida de Zamora, bordeando el espacio sanitario- porque Flager pretende apurar todos los trámites para iniciar las obras en el primer trimestre de 2009. La construcción de viviendas o incluso el hotel del grupo Hesperia, que también proyecta la inmobiliaria, son ahora objetivos secundarios dada la crisis económica.
El visto bueno de la Xunta, o una resolución al respecto, deberá producirse en un plazo máximo de seis meses desde la presentación de la solicitud.
Eroski, por cierto, apura también la tramitación de su centro comercial, que promueve desde 2002 pero para el que aún no ha conseguido iniciar las obras previas de urbanización, ante las intenciones de El Corte Inglés. El actual bipartito en el Concello agilizó los pasos de Eroski tras el bloqueo a que se vio sometida en la última etapa del PP.
Venta de pisos
Sea cual sea la decisión final de El Corte Inglés, el caso es que su instalación ya ha creado expectación en la ciudad, especialmente en la zona de Mariñamansa. Tanto que hay promotores de viviendas próximas que intentan atraer clientes poniendo sobre la mesa, en anuncios publicitarios y en las entrevistas personales con los compradores, el plus añadido de que los pisos están cerca del futuro Corte Inglés.
De construirse, será la segunda instalación de esta empresa en la ciudad, tras la apertura de la cadena de ropa Sfera, que se ubica en la céntrica calle del Paseo y con la que el poderoso grupo económico pretende hacer competencia a Zara. Otro proyecto de la división de hipermercados del grupo, Supercor, se frustró en la ciudad por diferencias con propietarios del edificio en el que se iba a ubicar a propósito de los accesos al aparcamiento por la calle Samuel Eiján. Este establecimiento se proyectaba en el antiguo cine Avenida, en la calle Curros Enríquez. Según los planes de expansión de los grandes almacenes, el objetivo es abrirlos en ciudades medias, como ya ha hecho en Jaén, Guadalajara o Elche; mientras que centros Hipercor están proyectados ya firmemente en lugares como Algeciras o Ademuz (interior de la provincia de Valencia).
