La tramitación de los principales nuevos proyectos viarios se atascó en los dos últimos años

La crisis bloquea la inversión de 1.750 millones en carreteras

La reactivación, en la última semana, de la demanda social para que se construyan la A-76 y la conexión entre Celanova y Portugal se suma a una larga lista de infraestructuras viarias reivindicadas en la provincia, que llevan años pendientes de trámites que no se consiguen resolver. Al contrario, la tramitación se ha atascado especialmente desde el inicio de la crisis económica y, en particular, en los dos últimos años. Una circunstancia que mantiene bloqueada la inversión de 1.750 millones de euros.
La ejecución de la autovía A-76, entre Ponferrada y Ourense está paralizada desde 2008 en los trámites de la declaración de impacto ambiental, ya que su trazado afecta al espacio natural protegido de la Serra da Lastra, circunstancia que motivó litigios entre la Xunta y Fomento que no se resolvieron hasta 2011. Sin embargo, aún no ha obtenido el permiso ambiental. Es la mayor de las infraestructuras viarias pendientes en la provincia, presupuestada en 1.110 millones de euros.

Mientras, la autovía Ourense-Lugo está paralizada desde julio de 2010, tras el inicio de obras en uno de sus tramos (aunque sólo se habían realizado desmontes). A pesar de esta parálisis, Fomento sometía a información pública el trazado y las expropiaciones del subtramo entre Ourense y Cambeo en febrero de 2011. Desde entonces no se ha producido avance alguno en la ejecución. La vía (que supone la construcción de 68 kilómetros entre Ourense y Guntín), tiene un coste de 450 millones de euros.


CIRCUNVALACIÓN NORTE

La circunvalación Norte bate el récord de demora entre las obras proyectadas en la provincia y su retraso no es atribuible a la crisis, ya que su tramitación se inició en 1994. Dos cambios de trazado y una gran lentitud explican que el proyecto vaya camino de cumplir las dos décadas sin salir del papel. El último trámite se produjo en noviembre de 2010 cuando salió a información pública el proyecto constructivo. Además, se trata de una obra muy cara, ya que no alcanza los cinco kilómetros de longitud y tiene un coste de 150 millones de euros.

Además de estas obras de competencia estatal, hay otros proyectos autonómicos que llevan el mismo camino. La construcción del acceso al Polígono de San Cibrao contaba ya con estudio informativo en 2010, pero la Xunta lo descartó en la fase de alegaciones y optó por incluir este proyecto dentro del 'Plan sectorial da rede viaria de Ourense', que mantiene en tramitación desde entonces. El proyecto previsto inicialmente tenía un coste de 19 millones de euros.

Lo mismo ocurre con la última fase de la circunvalación Este de la ciudad. Concluidas las tres primeras, ahora falta por ejecutar la cuarta (sólo 1,4 kilómetros), pero la Xunta, en lugar de continuar con su tramitación como estaba previsto, la incluyó en el citado plan, lo que mantiene bloqueada su ejecución. El presupuesto para este tramo es de tres millones de euros.

Otro compromiso pendiente que ahora se paraliza es la reforma de la carretera entre Celanova y la frontera portuguesa. Proyectada a la par que la autovía de Celanova, la Xunta había prometido su inicio una vez que se terminase dicha obra (concluirá este mes), pero ahora se echa atrás y pospone sin fecha este proyecto, que había presupuestado en 18 millones.

También está pendiente la conexión de Trives con la N-120 (y la futura A-76), vía de la que ni siquiera se llegó a realizar el estudio informativo.

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