La vicerrectora institucional dice que no cumplían los requisitos, aunque su solicitud estaba aprobada

Diez emigrantes se quedan sin beca por falta de información

Un grupo de alumnos en la explandada de la Facultad de Ciencias. (Foto: Miguel Angel)
El objetivo era atraer al Campus de Ourense estudiantes residentes en el exterior, principalmente emigrantes ourensanos y gallegos, o sus descendientes hasta segundo grado, a través de un programa de becas promovido por la Diputación provincial y el Consello Social de la Universidad de Vigo.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. Y es que pese a las 12 plazas que se ofertaron (a las que concurrieron 29 personas aunque después fueron admitidos 12), casi un mes después del inicio del curso universitario, tan sólo dos fueron ocupadas por estudiantes residentes en el exterior.

Cada beca incluía el abono de los costes de tasas universitarias de matriculación, la estancia en una plaza de la Residencia Universitaria As Burgas durante el curso académico para el que se le concede la ayuda y 600 euros destinados a sufragar el gasto del viaje desde el país extranjero.

En principio, según explica el director dela Unidade de Promoción e Desenvolvemento de la Diputación, José Juan Cerdeira, la promoción y organización de la iniciativa 'fue todo un éxito', pues el programa recibió 29 solicitudes. El problema llegó después. La Diputación publicó la lista de los becarios, y hasta ahí finalizaba su responsabilidad, pero uno de los requisitos que el Vicerrectorado Institucional de Ourense exigía para ofrecerle la plaza en la residencia de As Burgas era estar matriculado en el grado, postgrado o máster correspondiente. Y para matricularse en un grado debían aprobar el examen de Selectividad (que en el extranjero se hace a través de la Uned).

José Alberto Peña, de nacionalidad mexicana, hijo de emigrantes ourensanos, es uno de estos becarios, que al no pasar el examen de Selectividad tuvo que prescindir de la beca. Peña, de 18 años, tenía dos opciones, regresar a su país o buscar otros estudios donde no fuera necesario aprobar la Selectividad. 'Mi única opción fue cursar un ciclo de FP, e irme a la Universidad Laboral pagando mi propia estancia'. Añade que 'los que promueven estas becas deberían saber que para un estudiante extranjero el examen de Selectividad es muy complicado, pues hemos estudiado la historia y la geografía de otro país durante muchos años', sentencia Peña.

Caso similiar le sucedió a los estudiantes interesados en cursar un master o una carrera de posgrado, pues para poder matricularse debían tener su certificado universitario homologado por el Ministerio de Educación, trámite que puede extenderse hasta dos años.

Las casuísticas de los becados inicialmente son muy diferentes, señalan en la Diputación, incluso alguno se ha quejado de que no reconocen su estancia en la residencia universitaria pese a tener toda la documentación en regla, incluida la matrícula. Algunos, (el vicerretorado no precisa cuántos) han tenido que volver a sus países.

La vicerrectora institucional del Campus, María Lameiras, asegura que aunque tan sólo dos alumnos han podido gozar de estas becas. El requisito de estar matriculado 'estaba bien señalado en la convocatoria, desgraciadamente no se pudo asignar el 100% de las becas, pero la experiencia es positiva y esperamos que para el próximo año, si el programa sigue en marcha, podamos incorporar el máximo número de estudiantes residentes en el exterior', concluye.

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