SALUD

"Edificios enfermos": urgen controles tras dos sentencias

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photo_camera Edificio de Política Social de la Xunta, en la rúa Sáenz-Díez número 33.

La vinculación de problemas de salud con deficiencias en centros laborales preocupa a trabajadores

La reciente sentencia del Juzgado de lo Contencioso número 1 de Ourense, que reconoce como accidente laboral el síndrome de sensibilidad química múltiple o síndrome del "edifico enfermo", –relacionado con la contaminación del aire en espacios cerrados–que adquirió una trabajadora en el inmueble de Política Social de la Xunta, en Sáenz-Díez, da un impulso a sindicatos como CSIF, que reclama "medidas urgentes" a la administración para que las construcciones de este tipo pasen controles y mediciones "que garanticen la seguridad de los trabajadores". El propio fallo cita como ejemplo de "edificios que han generado serios problemas de habitabilidad a causa de la ventilación" al de Ferro del Campus  ourensano y a la nueva ciudad de la justicia de Málaga. Aunque más cerca, el nuevo edificio judicial en O Couto, no está exento de polémica entre los trabajadores. Con todo, el sindicato insiste en evitar caer en el "alarmismo".


"Alergias, disnea, vómitos"


"En Política Social se llevaron a cabo varias reformas y hubo varios vertidos de gasoil. Esta persona que ganó la sentencia empezó a expresar síntomas de manera continuada", explica Jesús Fernández Mouco, el abogado de la trabajadora que adquirió sensibilidad química múltiple en su lugar de trabajo y que supone el segundo caso en las mismas oficinas. El anterior data de 2016 y se convirtió en pionero en Galicia, ya que por primera vez se consideraba este síndrome un accidente laboral.  "Alergias, disnea, tos, dolor estomacal, mareos, vómitos, cefaleas...", cita la resolución judicial, molestias que considera "imputables en origen a la mala ventilación y a la existencia de agentes químicos en el aire". En estos momentos, el edificio acoge a 70 trabajadores y, según fuentes cercanas, varios han desarrollado reacciones de este tipo, aunque ninguno más ha sido diagnosticado con el síndrome.


En los juzgados nuevos


"Algunos trabajadores padecen los síntomas típicos de una alergia. Ojos rojos, sequedad nasal y bucal, dificultad en la lectura de los escritos, gripes y catarros constantes... Molestias que en el antiguo juzgado no teníamos, pero nadie te dice si este es un edificio enfermo", explica una trabajadora del nuevo edificio judicial de O Couto, cuyo diseño sin ventanas generó polémica desde el principio. "En este edificio se llevaron a cabo obras en despachos con trabajadores al lado, sin desalojarnos", critica. 


El edificio de Ferro: una sauna


Las oscilaciones térmicas en el edificio de Ferro del Campus, que llegan a temperaturas extremas en invierno y verano por su fachada acristalada, han sido objeto de queja durante años en el inmueble que acoge las facultades de Educación e Historia. Incluso una alumna del centro, Laura Pimentel, llegó a proponer en su trabajo de fin de grado un jardín vertical como solución al aislamiento térmico. Aunque se contempló el proyecto por parte de la UVigo, finalmente no se llevó a cabo. Desde el Campus ourensano señalan que en el inmueble "hai ventás practicables en todas as plantas e cúmprense todas as normativas en canto a climatización e ventilación. Non hai constancia de ningunha problemática nin informe de prevención".

El ponente de la sentencia del Contencioso número 1 de Ourense es claro: "Los edificios de oficinas herméticos, cuya ventilación es artificial, tienden a la larga, con el paso de los años, a terminar padeciendo el síndrome del edficio enfermo, reconocido ya por la Organización Mundial de la Salud y que genera a los trabajadores de esas oficinas unos síntomas o molestias muy similares a las que comenzó a sufrir la aquí demandante desde el año 2015". 


Deshumificadores en el edificio judicial de O Couto


Desde que las nuevas dependencias judiciales abrieran en O Couto en 2015, la Xunta tuvo que abrir varias ventanas en el edificio que se concibió sin ellas: en los despachos del Imelga, en el juzgado de guardia y en el Contencioso número 1. Varios trabajadores denuncian que tienen que pagar "de su bolsillo" medidas como deshumificadores; mientras otros ya acuden con mascarilla al lugar de trabajo. "Vas al médico, dice que son síntomas de alergia y vuelves a trabajar  con antihistamínicos", relatan.


Los arquitectos: "En estos edificios públicos es crucial la renovación del aire" 


Desde el Colegio de Arquitectos de Ourense señalan que "no es suficiente con que un edificio esté bien diseñado, hemos de utilizarlo y mantenerlo de manera adecuada, y en muchas ocasiones esto no se produce". En palabras del presidente de la entidad, Alberto de Paula, los edificios totalmente herméticos al exterior obligan a ser "muy cuidadosos y rigurosos" con las renovaciones de aire en esos espacios. "Si no ventilamos adecuadamente de manera natural, o si ante la falta de ventanas, los sistemas de renovación de aire no se utilizan de manera adecuada, tendremos muchas posibilidades de que las personas que trabajen o vivan en ellos puedan padecer algún tipo de problemas relacionados con la salud, al estar inhalando un aire viciado y por lo tanto encontrarse en un ambiente insalubre", afirma el arquitecto.

Multitud de usuarios

En cuanto a los tres edificios señalados, de Paula señala que es "crucial" el buen diseño de las instalaciones de renovación mecánica del aire y la correcta utilización de las mismas". Igualmente, en estos edificios públicos utilizados a diario por multitud de usuarios, "adquiere mayor importancia" el mantenimiento. 

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