EMPLEO

El empleo en los hoteles consigue el mejor dato de los últimos seis años

El crecimiento es sostenido, con un 9% más en relación al 2016, y un 12% de aumento en el caso de los puestos mantenidos en turismo rural

La actividad turística está dando algunas alegrías desde el punto de vista laboral en la provincia. Independientemente de los empleos indirectos que el sector está manteniendo, los puestos de trabajo en los hoteles y casas de turismo de la provincia podrían cerrar, a falta de los datos de agosto, el mejor verano desde el 2012. De los datos del mes de julio, últimos manejados por los observatorios turísticos, se desprende que en Ourense trabajan en los hoteles 763 personas y en los establecimientos de turismo rural 159.  En el primero de los supuestos, el incremento con respecto al ejercicio anterior es de un 9% y de un 12% en lo que se refiere al turismo rural.

"Estos datos demuestran que vamos en la buena dirección y el turismo, sin ninguna duda, es un agente dinamizador del escenario laboral en la provincia", explica José Antonio Fraíz, director del Máster en Dirección y Planificación de Turismo de Interior y Salud de la Universidad de Vigo. 

Efectivamente, las cifras oficiales hablan de crecimiento sostenido en los últimos ejercicios: el personal empleado en los hoteles era de 721 trabajadores en julio del 2012, para caer a los 673 empleados al año siguiente. Todavía bajaría hasta los 634 en el 2014, como punto de inflexión, subiendo desde entonces a los 657 empleos en el 2015, mientras que en el 2016 se llegó a 695. Por último, este año se acreditan 763 personas trabajando en los hoteles ourensanos.

Un caso parecido ocurre en el turismo rural. En el 2012 había 150 empleados en la provincia, pero un año después pasó a 140. En el 2014 apenas hubo variación (142), lo mismo que en el 2015 (145), cayendo a 140 empleados en el 2016 y subiendo a 159 en julio de este año.

Alexandra Seara, gerente del Consorcio Turístico de la Ribeira Sacra, no duda en afirmar que "los datos de este año están siendo los mejores desde que tenemos registros, unos diez años aproximadamente". Señala que "algunas casas de turismo rural, tradicionalmente atendidas por una familia, se han animado un poco más y alguna ha hecho contrataciones para reforzar la temporada". La misma apuesta  han hecho "algunas bodegas, que ya están apostando también por el turismo", resume Seara.

Caldaria, la marca que une a los establecimientos termales de Arnoia, Laias y Lobios también alude "a un repunte" en la contratación de refuerzos para la temporada. Un portavoz de la empresa indica que en relación al año pasado los contratos crecieron un 10%. Todo ello se justifica en un incremento de las reservas del 7% este verano en relación al del año pasado.

NUEVAS APUESTAS

Según el Instituto Nacional de Estadística, la provincia cuenta con 6.150 plazas hoteleras y 903 en establecimientos de turismo rural. Por comarcas, la Ribeira Sacra sigue teniendo un crecimiento exponencial y la iniciativa privada está tomando buena nota. Alexandra Seara indica que una bodega de la  zona está valorando un proyecto de alojamiento compatible con la propia actividad vitícola de la bodega. Además, también se están sopesando otras apuestas empresariales como la búsqueda de terrenos para un camping.

Según el Instituto Galego de Estatística, en el año 2016 hubo 324.084 pernoctaciones en la Ribeira Sacra, un 39,3% más que las 196.836 que se contabilizaron en el año 2012.

Una apuesta por la sostenibilidad

En el verano de la llamada turismofobia desde Ourense se hace un llamamiento al crecimiento "ordenado y sostenido", según enfatiza José Antonio Fraiz. En su opinión "Ourense tiene un camino por recorrer muy interesante y podemos hacerlo mejor, que sea sostenible desde el punto de vista económico y social". Para ello considera útil conciliar las aspiraciones del viajero y el sector "con las del residente para evitar molestias que pueden generar conflictos". En todo caso también asume que ese problema está lejos de producirse en Ourense, un lugar en el que no hay saturación. Sin embargo, escenarios como la Ribeira Sacra, que aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad, sí trabaja en la ordenación del sector desde el punto de vista medioambiental.

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