La falta de centros en Galicia sobrecarga la red de residencias ourensana

Ourense es la única provincia gallega que cumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a número de geriátricos, ya que supera las 5 plazas por cada 100 habitantes mayores de 65 años. Sin embargo, hay listas de espera para acceder a recursos residenciales, tanto públicos como privados. ¿Cómo se explica? “Los servicios ourensanos no están copados solo por población de la provincia”, razona José Manuel Pazos, vocal de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX) y presidente de la Asociación Gallega de Residencias de la Tercera Edad (Agarte). La falta de recursos en el resto de la comunidad conlleva más tensión en las residencias de la provincia, que dan servicio a la población vecina (incluso de las provincias de Zamora o León). Pontevedra presenta una ratio de 2,3 plazas por 100 habitantes; A Coruña, 2,5, y Lugo, 4,2. Además, la oferta de plazas geriátricas en la provincia de Ourense aumentará en medio millar. “Se entiende que los recursos geriátricos no son de cada provincia, sino de toda la comunidad. Eso hace que personas que son de Ferrol, por ejemplo, acaben en un centro en Larouco, porque no les dan otra opción. Muchas veces la familia pide después el traslado para más cerca de su domicilio”, señala Pazos. De hecho, es habitual que la persona mayor acceda a un recurso público a más de 100 kilómetros de distancia de su vivienda. Pero incluso en el caso de servicios privados, la actual saturación también dificulta permanecer en la zona del domicilio. “Se necesitan más recursos para responder a las necesidades actuales. En el caso de la provincia ourensana, estamos hablando de más de un 30% de personas mayores de 65 años”, recuerda. Creación de plazas La creación de nuevas plazas en Galicia ayudará, al igual que en el caso ourensano, a reducir la tensión actual de las listas de espera. La Fundación Amancio Ortega lidera los proyectos de mayor envergadura en toda la comunidad, ya que construirá una residencia de mayores en cada una de las siete ciudades gallegas, con una capacidad superior al centenar de plazas en cada caso. Este 2023 se prevé finalizar las obras de los centros de Santiago y Lugo, y a inicios de 2024, el de Pontevedra. Por otra parte, Vigo contará este año con un nuevo geriátrico de DomusVi, con capacidad para 120 personas. La ciudad de A Coruña también verá aumentada su oferta, gracias a la futura residencia de la Fundación San Rosendo, y Ferrol espera la construcción de un centro para 148 personas. Los especialistas reclaman reforzar el sistema público de residencias El 76% de las plazas geriátricas de toda Galicia son privadas, frente a un 24% de oferta pública. En el caso ourensano, la diferencia es incluso mayor: el 80% de los recursos son privados, frente al 20% público. Los especialistas piden más residencias de gestión pública -sea municipal o autonómica-, para favorecer el acceso de todos los mayores a un servicio de asistencia. “A maior parte das novas prazas que se abriron na nosa provincia son privadas, hai unha privatización importante do sistema de servizos sociais, e non se abren residencias con prazas públicas. A última é a de Barrocás, pero é unha residencia pública con xestión privada, algo que se repite moito ultimamente”, señala María José Vázquez, trabajadora social del Sergas. “Non é que non teñan que existir os recursos privados, son complementarios, pero hai que garantir que calquera persoa maior dependente que o precise poida acceder a un recurso público”, añade. En esta línea, recuerda las consecuencias de los traslados lejos del domicilio habitual a causa de la falta de oferta. “Aínda que teñas os recursos para facer fronte a unha praza privada, tampouco tes a posibilidade de quedar preto da casa, porque non hai dispoñibilidade. É moi necesario crear máis prazas, na provincia e en toda Galicia”, apunta.