La prisión de Pereiro celebró la Virgen de la Merced y, como cada año, numerosas autoridades acudieron a la fiesta, a excepción de los presos. El penal entregó diplomas a trabajadores, a un sacerdote y al jefe de Tráfico.
Numerosos autoridades de la vida política, religiosa, judicial y fuerzas de seguridad se dieron cita ayer en la prisión de Pereiro de Aguiar con motivo de la celebración de la festividad de la Virgen a Merced. Acudieron como en años anteriores para mostrar su solidaridad y apoyo a los reclusos dado que esta virgen es su patrona, pero solamente arroparon al director del penal, Luis González Crego. Los presos no participaron en los actos públicos y estaban recluidos en sus respectivas celdas, algo que viene sucediendo en los últimos dos años. Antes, parte de los internos, aquellos que ya estaban a punto de finalizar la pena, acudían a la fiesta de la Merced y se premiaba su comportamiento y esfuerzo en la reinserción social. Es más, incluso deleitaban a los presentes con conciertos musicales y obras de teatro, pero, ahora, Instituciones Penitenciarias no permite que se relacionen o participen en actos en los que hay personas que gozan de libertad.
Así, la festividad de ayer se vio bastante deslucida y se redujo a un discurso del González Crego y otro del subdelegado del Gobierno, Roberto Castro. Eso sí, en ambos casos hicieron referencia a la reinserción de los presos, con llamadas al esfuerzo que deben hacer para reengancharse de nuevo en la sociedad. También tuvieron palabras de agradecimiento para todos los colectivos sociales, instituciones, empresas y voluntarios que colaboran con el transcurrir cotidiano de la cárcel y facilitan la reinserción de los internos.
Y entre estos, está el sacerdote Manuel Pérez González, que lleva 16 años acompañando espiritualmente a los reclusos. Celebra misa e incluso los arropa una vez que salen en libertad para ayudarles a convivir, bien entre la familia o resto de vecinos. El religioso fue agasajado con una escultura de cerámica en agradecimiento por su trabajo.
Otro premiado fue el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, por facilitar a los internos la obtención del permiso de conducir.
Los dirigentes del penal son los que escogen los reclusos que deben obtener el permiso para conducir, que suelen ser internos que están a punto de finalizar la condena. A estos, la Jefatura Provincial de Tráfico, según explicó, David Llorente, les facilita la enseñanza teórica e incluso el reconocimiento de un psicotécnico. Eso sí, los beneficiarios tienen que pagar las tasas como cualquier otro alumno. Una vez fuera de prisión, solo les resta la enseñanza práctica.
A esta iniciativa se acogieron 60 reclusos en los últimos 10 años, según el jefe de Tráfico. "Si nuestra colaboración sirve para ayudar en la reinserción, vamos a continuar facilitando la obtención de carné", comentó.
La cárcel también concedió diplomas y distinciones a ocho de sus trabajadores por los servicios prestados, pero, al parecer, también por recomendación de Instituciones Penitenciarias, no se facilitó sus nombres.
Tras la entrega de las distinciones, las autoridades aprovecharon, unas para saludarse, y otras para despedirse, incluido el obispo de las Diócesis de Ourense, Leonardo Lemos, que ofició a las 11.00 horas una misa en honor a la Virgen.
El director, a preguntas de este periódico, aseguraba que se están acometiendo mejoras en todo el penal, que afectan a la iluminación, la distribución del agua fría en las celdas y salas, al circuito cerrado de vigilancia y a los detectores de humo en caso de producirse un incendio. "Son mejoras que eran necesarias", señaló Luis González. También fueron pavimentadas varias calles y pasillos, reforzados los sistemas de seguridad y ampliado el aparcamiento de vehículos.
Los reclusos celebraron la festividad de la Virgen da Merced, pero tras marcharse las autoridades. De hecho, el penal confeccionó un amplio calendario de actividades que van desde las competiciones deportivas hasta la música y el arte. Los actos ya comenzaron a mediados de semana.
