Luis Gómez se enfrenta a una petición de 22 años de cárcel por degollar y robar a su progenitor

La fiscal acusa de asesinato al parricida de Ribadavia

Luis Gómez acudió al Juzgado de Ribadavia en junio de este año. (Foto: Martiño Pinal)
xVeintidós años de cárcel es la pena que reclama el Ministerio Fiscal para un hijo al que acusa de asesinar a su propio padre en el domicilio familiar de la calle Muñoz Calero de Ribadavia con la intención última de robarle el dinero que guardaba en la caja de caudales. El Juzgado de Ribadavia ha dado por concluida la instrucción del sumario, conforme a la Ley del Jurado, trasladando la causa a la Audiencia provincial.
Luis Gómez González, de 44 años, fue imputado en la muerte de su progenitor, ocurrido el 7 de junio de 2008. El inculpado, en aquel momento, era consumidor crónico de heroína y cocaína, sustancias a las que era adicto. Los forenses que lo reconocieron durante la instrucción determinaron que la dependencia le disminuía de formal leve sus facultades intelictivas y volitivas (las que afectan a la voluntad del individuo).

Pese a que el procesado no reconoce los hechos -en algún interrogatorio mostró su sorpresa por la imputación porque le 'tenía mucho cariño a mi padre'-, el Ministerio Público sostiene que hay indicios suficientes (aportados por testigos) que acrediten que Luis Gómez degolló a su padre, Camilo Gómez Pallarés (77 años), ante la negativa de éste a darle dinero tras amenazarlo con un cuchillo de cocina en el dormitorio. Además, sostiene que fue un asesinato porque se abalanzó sobre él por la espalda, inmovilizándolo sin que pudiera defenderse. El cadáver apareció con una servilleta anudada al cuello, lo que, según la autopsia, resultó clave para al homicida en la maniobra de estrangulamiento. No obstante, la víctima fue degollada con un cuchillo de cocina, la causa que le provocó la muerte por hemorragia esofágica. Todos estos hechos, según consta en la los autos, sucedieron cuando Camilo Gómez aún estaba en la cama.

Luis Gómez, encarcelado desde entonces, fue detenido dos días después cuando se encontraba en la calle Cibeles, en el barrio de Covadonga de la ciudad de Ourense. No es acordaba de nada.

La fiscal, en la solicitud de la pena, le aplica una agravante de parentesco y reincidencia ya que tenía antecedentes policiales por robo con violencia e intimidación, delitos por los que fue condenado durante 12 años por la Audiencia provincial y el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense.

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