Necesitada de estímulos y mimo para ganar músculo y no ceder terreno ante el norte de Portugal, la provincia de Ourense afronta desde hace tiempo el desafío de fortalecer su tejido productivo y generar las condiciones para ser atractiva para las inversiones económicas. Consciente de las dificultades, pero también de las oportunidades, el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde López (Monforte, 1968) lanza un mensaje de optimismo. En un Café de Redacción en La Región, Conde recuerda la necesidad de evolucionar y crear el marco para ser competitivos, consciente de que eso pasa ahora por "formación, conocimiento, innovación o capacidad tecnológica", dejando claro que "con factores como la mano de obra" ya no hay nada que hacer".
¿Cómo crear oportunidades?
"Para facilitar la captación de inversiones tenemos que colaborar Xunta y administraciones locales, es la única fórmula porque tenemos competencias en la tramitación administrativa, fiscalidad y ayudas", explica Francisco Conde tras citar el programa de "concellos emprendedores", con 120 adhesiones de las que 57 son de Ourense.
El titular de Economía e Industria asegura que el acceso al suelo no es un problema, "ya que no hay proyecto que no se pueda implantar por falta de competitividad en el suelo empresarial", rechazando que las condiciones de Portugal para asentarse en suelo industrial sean un factor diferencial: "Por eso no estamos penalizados, sí por la tramitación administrativa, condiciones laborales o acceso a ayudas, ya que Portugal tiene mayor intensidad de ayudas de la UE por ser una región priorizada por su renta per cápita". Así, el conselleiro destaca que "cualquier proyecto aquí en Galicia que suponga invertir más de un millón o generar 20 empleos tiene prioridad y se le reducen todos los plazos".
¿Qué pasa en Ourense?
Preguntado Conde por la razón de que en Ourense no calen proyectos industriales de entidad en los últimos años, el conselleiro recuerda que "hay ya un tejido industrial importantes, –Aernnova, Coasa, Hispamoldes, pone como ejemplos–, una red vinculada a la automoción", pero expone que "los desarrollos realizados en toda Galicia han servido para aumentar la capacidad de la industria ya instalada", por lo que explica la receta que, en su opinión, se debe aplicar para impulsar la economía gallega.
"La capacidad ya está instalada, para captar nuevas inversiones con elementos como el coste salarial y ventajas de carácter fiscal, nos es más difícil competir. Galicia puede hacerlo en conocimiento, innovación y capacidad tecnológica, en eso hemos dado un salto cualitativo y tendremos que hacer el esfuerzo para consolidar lo que tenemos y atraer otros proyectos. Pero con proyectos en los que sea el peso de mano de obra y otros factores de competitividad no vinculados al ámbito tecnológico, Galicia deja de ser atractiva", reconoce.
En clave provincia, Conde destaca que "tenemos un parque tecnológico con condiciones para dar servicio a cualquier tipo de proyectos, con elementos para generar un ecosistema de emprendimiento, innovación y cultura vinculada a era digital, es un tema relevante para consolidar el tejido industrial".
Centro de FP y formación
En algo más de un año, si se cumplen las previsiones, Ourense podrá abrir las puertas del Centro Galego de Innovación de la Formación Profesional, un proyecto en el que Diputación y Xunta van de la mano y que Conde considera que marcará un antes y un después para surtir al tejido productivo de medios humanos con la formación adecuada para las tareas que desarrollan.
"Es un proyecto muy importante para la provincia, diferenciador y nos vamos a volcar como Xunta. Estamos absolutamente convencidos de la importancia de FP, porque hay un elemento de competitividad cada vez más importante que es el ámbito formativo. Cuando tienes un tejido como el de Ourense, con sectores como textil, agroalimentario, biomasa, biotecnología o energético, necesitas que la gente esté capacitada para consolidarlo y este centro pretende ser la referencia del modelo a impulsar en Galicia", reflexiona Francisco Conde, que habla de un giro de 180 grados a la hora de plantear la formación.
"Hay que estar en total colaboración con los empresarios y tener un modelo totalmente distinto, con una formación que tiene que estar tutelada, diseñada e impulsada desde el propio tejido. Hasta ahora, la formación estaba vinculada al SEPE, con certificados de profesionalidad, muy rígidos y nos dimos cuenta que al vernos con empresarios decían que no servía, porque tenían que formarlos ellos después. Por eso articulamos un sistema en el que cualquier empresario, ya sea para contratar a nuevo personal o formar al que tiene, tiene la posibilidad de acceder a unidades formativas, diseñar su propia formación y nosotros se la homologamos", explica Conde, que pone números al cambio de tendencia: "Aproximadamente, dedicamos a cursos de formación 60 millones, ahora un 80% a lo tradicional y el 20% a lo que decidan los empresarios, vamos a ir basculando ese porcentaje, la clave viene porque sea el empresario el que decida y lo único que les pedimos es que, en la línea de desempleados, contraten al 40%. Hay casos de éxito en Ourense, como Coasa".
¿La provincia pierde fuelle?
La Galicia de dos velocidades parece querer dejar incluso atrás a Ourense, con muchos de sus indicadores en un escenario peor que los de Lugo. ¿Se puede ser optimista?
"Sí, creo que hay futuro porque hay capacidades instaladas y una apuesta clara por el rural. Tenemos el producto, pero la clave es la transformación y diferenciación. ahí debemos centrar la apuesta", receta Conde.
“El hotel-balneario es el reto, el Concello debe colaborar"
Por la mesa del despacho de Francisco Conde pasan también muchas de las esperanzas de la provincia en el desarrollo de su potencial en materia de termalismo, un ámbito que para el titular de Economía, Emprego e Industria es una "prioridad" y que liga también con las oportunidades en materia energética, con proyectos como el ecobarrio que deben tomar impulso en los próximos meses.
La Xunta está a punto de desbloquear la Ley de aprovechamiento lúdico de las aguas termales de Galicia, algo que para Conde será un paso más en la apuesta por Ourense especialmente. Con todo, reconoce que falta la guinda, que cuaje el anhelado hotel-balneario en la ciudad de As Burgas, para lo que pide apoyo de Concello de Ourense y Diputación.
¿Despegue termal?
Conde ha estado ya en varias ocasiones en Ourense explicando la legislación que el Gobierno gallego tramita desde hace tiempo en lo que respecta al termalismo, una norma que entrará muy pronto en vigor y que busca ofrecer "seguridad" a las apuestas empresariales, algo que el conselleiro ve como la "obligación" de las administraciones.
"Estamos poniendo las condiciones, la inversión viene cuando las hay. Trabajamos en dos líneas, hay un proyecto de convertir a Ourense en provincia termal, un acierto desde el punto de vista estratégico y eso supone actuar en diferentes ámbitos, como el turismo, regulatorio y urbanístico. La Xunta juega un papel importante, aprobamos la ley, va a haber un elemento complementario al uso terapéutico, otorgará garantías de seguridad, salubridad a otro recurso, el vinculado al uso lúdico y será una garantía para facilitar que el recurso termal pueda tener un mayor aprovechamiento", sostiene Francisco Conde, que acto seguido recuerda uno de los principales objetivos, el hotel-balneario en la ciudad de Ourense.
¿Hay visos de que se convierta en realidad? El conselleiro lo tiene claro y recuerda el trabajo de su departamento en los últimos años en la ciudad, que será baldío si Ourense no deja atrás su caos urbanístico. "Queda el reto de abordar e impulsar un hotel balneario, para lo que se necesitan dos pasos. Uno es saber si hay recurso y el último año ya hicimos todas las pruebas y se identificaron dos puntos, Baños de Outeiro y la antigua cárcel. Hay potencial hidrotermal para hacer un proyecto desde el punto de vista del uso terapéutico, pero necesitamos planeamiento urbanístico, planteamiento sectorial y hay compromiso claro de la Xunta para impulsarlo, la colaboración con Concello y Diputación será importante y necesaria. Hay un potencial, pero debemos trabajar en que sea realidad", expone Conde, asegurando que "en cuanto haya un proyecto de esas características y una colaboración efectiva, se tarda una media de un año porque tenemos la vocación de ser facilitadores".
Revolución en A Ponte
El departamento liderado por Francisco Conde es también clave en otro proyecto de Ourense como es el ecobarrio de A Ponte, para el que también precisa el apoyo municipal, "ya que el Concello debe presentar todo para pedir las ayudas". El conselleiro de Industria asegura que "la parte técnica está ya realizada" y que resta ponerla en práctica, lo que supondría uan revolución en la ciudad.
"Hay dos elementos importantes, tenemos la posibilidad de desarrollar un proyecto pionero a nivel europeo como es una red de district heating a través de la geotermia, lo que situaría a Ourense y Galicia a la cabeza de la transición energética. Pero también hay otra cosa, la utilización de ese calor en un impacto directo en los ciudadanos para mejorar la eficiencia energética de sus viviendas, lograr una movilidad sostenible y una mejor iluminación", garantiza Conde, que anuncia un punto de inflexión con la próxima apertura de la oficina del ecobarrio, "el lugar de encuentro para trasladar los proyectos al ciudadanos, facilitando que se puedan beneficiar de las ayudas".
La convulsión de la industria gallega, culpa de Madrid
En medio de una crisis industrial en toda Galicia, con problemas en empresas como Ence, Alcoa o Endesa que pueden abocar al paro a miles de familias, Francisco Conde responsabiliza al Gobierno central de la "situación convulsa" que atraviesa la Comunidad.
"La agenda medioambiental ha anulado la industrial por una mal denominada transición energética, con gran parte de las dificultades con el mismo epicentro, el Ministerio de Transición Ecológica", sostiene el conselleiro de Economía, que acusa al Ejecutivo de Madrid de "plantear una transición energética en contra de planteamientos de la Comisión Europea".
En esta línea, recuerda que Galicia "no tiene competencias en política energética y no puede tomar decisiones", ciñendo las posibilidades de la Xunta "a decisiones en materia de innovación, digitalización, acceso al suelo y fiscalidad".
